El Xacobeo 2010, último año jubilar antes de entrar en el ciclo de once años, se perfila como uno de los acontecimientos del año en España. Tanto es así, que aún sin entrar en el otoño de 2009 grupos multitudinarios reservan plaza en la catedral ante la previsible avalancha de visitantes.
A pesar de que se impodrán algunas medidas de seguridad –como la prohibición de portar mochilas en el interior del recinto– e higiénicas –ante la amenaza de la gripe A– todos los agentes implicados en la organización del Xacobeo 2010 coinciden en que se superarán ampliamente los 180.000 peregrinos que llegaron hasta Compostela en el último año santo, celebrado en 2004.
El Cabildo compostelano debate cómo y cuanto debe limitarse el acceso al interior del templo aunque durante julio puso en práctica un plan elaborado por el equipo de Rubén Lois, director xeral de Turismo durante la anterior legislatura, y firma
do por profesores de la Universidade de Santiago de Compostela en el que se recomendaba que hubiese una persona por cada metro cuadrado utilizable.
Los momentos de mayor ocupación se producen a mediodía. Durante la misa de doce se calcula que pasan por la catedral la mayoría de esas 23.000 personas que visitan a diario la catedral. El botafumeiro suele ponerse en funcionamiento durante este servicio, generalmente a petición de grupos que aportan unos 240 euros en concepto de “ofrenda al Apóstol” para ver volar al inciensario a lo largo de la nave mayor. Cuando el incensario comienza su vuelo perpendicular, unos 25 minutos después de que se inicie la liturgia, el recinto registra su mayor afluencia. Ante
