Los habitantes de Ons, unas setenta personas, viven en discordia a causa del camping. Agrupados en dos bandos que defienden posiciones antagónicas, en la isla los que apoyan la creación de un camping privado se quejan de que los visitantes hacen botellones, alborotan y ensucian sin ofrecer una contrapartida. Los asociados de Acampa en Ons apuestan por mantener, con mejoras, la situación actual y argumentan que en Cíes, con camping privado, los problemas son los mismos. Como solución proponen abonar una entrada “de unos dos euros” para ayudar a mantener y mejorar los precarios servicios que se ofrecen en Ons.
Además, para los asociados, otra de las causas del conflicto es que algunos vecinos ofrecen alojamiento de alquiler en casas cuando estas, oficialmente no son de su propiedad ya que a los habitantes son en realidad, usuarios de la vivienda, aunque las gestiones sobre su situación legal se debaten entre la administración autonómica, la local, el patronato del parque y la condición isleña, que parece retardar las resoluciones sobre su estatus.
La plataforma se reunió con la Xunta y con las autoridades que gestionan el parque, y, aunque sacaron un compromiso por parte de Ricardo García-Borregón de estudiar su propuesta, días más tarde el presidente del Patronato apuntó que privatización es el único camino para que “funcionen las cosas”. La plataforma organizó movilizaciones y quieren seguir acumulando apoyos.