Feijóo señaló que planteará esta petición ante la International Air Transport Association –organismo internacional encargado de regular las rutas aéreas entre compañías–. Las terminales gallegas recibirían el mismo tratamiento para los vuelos internacionales con salida y destino en Europa y América. El viajero escogería Galicia como destino, por ejemplo, y luego decidiría a qué terminal quiere ir.
El presidente gallegó utilizó el discurso de la premura para defender la idea, y la comparó con el sistema de distribución de los aeropuertos de Londres. Para Feijóo, la existencia de cuatro terminales en una franja de 300 kilómetros sólo favorece al aeropuerto Sá Carneiro y es necesario acelerar en la coordinación porque el Xacobeo está a la vuelta de la esquina. Ni la administración autonómica ni el líder de los conservadores gallegos avanzaron más sobre cómo se coordinarían, ni sobre el reparto de vuelos.
Para aventurar
La segunda opción es que las compañías elijan qué vuelos dirigen a qué terminal atendiendo a criterios objetivos, como la demanda, por eso el destino genérico es “GLC” y después derivar al resto del pasaje a las otras ciudades en bus o taxi. Por ejemplo, si la mayoría de un pasaje tiene como destino Santiago, el aeropuerto sería Lavacolla porque es el que tiene mayor demanda.