Cruceros do Ulla revive la “traslatio” xacobea todo el año

Desde hace 15 años, Cruceros do Ulla reproduce en catamarán la “traslatio” jacobea, que recuerda la llegada a Galicia por mar del cuerpo del Apóstol Santiago desde el puerto de Jafa, en Palestina. La Ruta del Mar de Arousa y del río Ulla sigue los pasos que dieron los discípulos con el cuerpo decapitado del Apóstol a bordo de una balsa de piedra hasta la ría de Arousa, según reza la tradición. Cruceros do Ulla recorre una costa rica en patrimonio histórico, favorecida por el clima, la gastronomía y de gran tradición vitivinícola y marisquera antes de adentrarse en el río Ulla. Sin embargo, Leticia Figueiro, encargada de la central de reservas de Cruceros do Ulla afirma que “la ruta marítima sigue siendo una de las más desconocidas de la tradición jacobea”, a pesar de que la zona goza de gran atractivo como foco turístico.

Esperando a la marea
“Con mucha previsión se organiza todo el recorrido que rodea la ría de Arousa y penetra por el río Ulla” explica Figueiro, debido a la necesidad de aguardar por la hora óptima de subida o bajada de la marea, que haga navegable la travesía fluvial. Las condiciones ideales se presentan cuando el agua, crecida por la marea, alcanza una altura suficiente que permite al catamarán de Cruceros Ulla adentrarse en agua dulce. Dos horas antes de que crezca por completo la marea el catamarán emprende la marcha. Este es el tiempo que emplea la embarcación en emular el periplo de la barca de piedra que trasladó los restos del Apóstol siglos atrás hasta el final de la ruta, en Pontecesures.  “Así el río es practicable a la ida y también cuando el catamarán viene de vuelta, una vez deja a los peregrinos. De lo contrario el catamarán podría embarrancar en los arenales del fondo del río”, aclara Leticia Figueiro. Esta característica conlleva que la “traslatio” se realice durante los meses de julio, agosto y septiembre una vez por semana. El resto del año sólo es posible hacerlo en grupos de peregrinos, que han de programarlo con antelación, poniéndose en contacto con la empresa, informa su encargada de reservas.

Riqueza marisquera y turística
El camino parte del puerto de O Grove, en la margen derecha de la ría de Arousa, en cuya península se describen algunas de las mejores playas de la costa gallega. También es conocida como “el paraíso del marisco”. Leticia no duda en emplazarnos durante los próximos días a la fiesta que ensalza ese producto, que tiene lugar entre el 2 y el 12 de octubre. “Es una fiesta de Interés Turístico Nacional y esos días se puede disfrutar de muchas de las variedades de productos del mar de nuestra costa, como mejillones, berberechos, almejas, centollos o pulpo, por ejemplo”. Enfrente de la península de O Grove se halla la Isla de A Toxa, famosa por sus balnearios de aguas termales y otro de los pilares marisqueros de Galicia. “En sus costas -afirma Figueiro- se instaló la primera batea en los años 40 y hoy ya existe un parque de 2000, del que procede el setenta por ciento de la producción mejillonera de España”. Y aunque no en tanta cantidad, sí se ofrece una degustación de este producto regado con albariño a los peregrinos, que “hace más amena la peregrinación”, añade Leticia. No en vano estamos en la tierra que produce los caldos de esta uva. Cambados, localidad que ya dejó atrás el crucero, no deja de celebrar a finales de julio la fiesta del albariño. Leticia indica también la importancia que reviste la localidad, cuyo centro está declarado conjunto histórico-artístico.

Paraíso de las aves
Mar adentro atravesamos la Illa de Arousa, unida a tierra por un puente de dos quilómetros. La encargada de reservas de Cruceros do Ulla señala la importancia de la localidad como “centro conservero”, puesto que aquí se instalaron las primeras fábricas de la Edad Moderna.  Pero además de industria, hallamos al sur de la isla, Punta Carreirón, un humedal declarado parque natural y zona especial para la protección de aves por la Unión Europea. “Contemplar una garza pescando en una marisma o el vuelo espectacular de una bandada de pájaros es una experiencia que se puede vivir y observar desde una de las dos casetas diseñadas al efecto”, informan desde una de las webs que habla sobre los parajes de la isla. El crucero avanza por Vilanova de Arousa, cuna del escritor Ramón María del Valle-Inclán. “Al igual que el resto de los pueblos es una importante localización para el cultivo del mejillón y parques naturales de almeja”, subraya Leticia. Del otro lado del margen marítimo también se divisan pueblos de gran importante marinera, como Ribeira, una de las primeras poblaciones que cuenta con una de las flotas de pesca de bajura más importantes de Galicia y España.  Inmediatamente después, en Puebla del Caramiñal se encuentra un paisaje lleno de relieves y grandes desniveles en el interior. “Desde el Monte de A Curota, al otro lado de esta localidad, se divisa una de las mejores vistas sobre toda la ría de Arousa”, apunta Figueiro. Desde el catamarán se observan las poblaciones de Boiro y Rianxo, antes de emprender el remonte al río Ulla. El primero es uno de los mayores municipios de esta ruta marítima que cuenta con una importante industria textil y cerámica. Y el segundo vio nacer a una de las figuras más importantes de la cultura gallega, Castelao.

Parque Nacional das Illas Atlánticas
La belleza de este paisaje natural de costa en la Ría de Arousa está avalado por la existencia del Parque Natural Illas Atlánticas, que salpica la ría con las islas de Cíes, Ons, Sálvora y Cortegada. Todas fueron declaradas zonas de interés general por la singularidad de su flora, fauna y paisaje. Noticias recientes informan del descubrimiento de una especie de gusano, que por cuya antigüedad se daba por desaparecido, gracias a la investigación de los técnicos de la Consellería de Medio Rural de la Xunta de Galicia. También se ha rematado la elaboración de un catálogo que identifica 37 especies diferentes de mariposas en las islas. Son algunas de las novedades que dan idea de las innumerables sorpresas que depara la naturaleza en este parque.


Remonte del Ulla
La última población de mar que divisamos antes de adentrarnos en el Ulla es Carril, famosa por la almeja, considerada como la mejor del mundo. Sus habitantes celebran su exaltación gastronómica en la segunda quincena de agosto. Y al Ulla se sube desde la localidad arousana de Bamio, cuyo centro de formación marítima goza de mucha consideración. A pocos minutos se divisan desde la cubierta del catamarán las torres de Catoira, un recuerdo de las incesantes batallas entre cristianos y normandos, que sus habitantes reviven todos los años en una de las fiestas estivales más divertidas y coloridas de la comunidad.“Estas torres se comunicaban con otras lejos en la costa mediante un juego de reflejos de la luz del sol en unos espejos”, añade Leticia. Más adelante, topamos con Dodro, “cuyo paisaje de montes y bosque deleita la vista del navegante”, según la impresión de la responsable de reservas de Cruceros do Ulla. Y antes del final del periplo, en Padrón, se atraviesa Valga. Dos características distinguen esta población. La primera es ser la cuna de la Bella Otero, bailarina y uno de los personajes más destacados de la belle époque francesa y de los círculos artísticos y la vida galante. Y la segunda es por la anguila, un manjar de río que se puede degustar en diferentes preparaciones el último domingo de septiembre, durante su exaltación gastronómica en el pueblo. El final de la ruta deja a los romeros en Padrón, que debe su nombre al pedrón, un miliario romano enclavado en la ría de Arousa, donde la leyenda cuenta que se ató la barca que portaba el cuerpo del Apóstol. Desde que los restos del santo fueron llevados a Santiago, Padrón se convierte en el fin de la ruta marítima y el comienzo del camino hacia el sepulcro en Compostela.

Más información en http://www.crucerosdoulla.com/

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