Lo mejor de la ría de Arousa sigue siendo motivo de fiesta en O Grove, y después de la Festa do Marisco, llega el turno para el rey de la ría, el centollo. Entre el 23 de noviembre y el 8 de diciembre los principales restaurantes de esta villa 
marinera de la provincia de Pontevedra se comprometen con la buena cocina realizando un menú en que el ingrediente principal sea siempre el centollo. En empanada, al natural, en salpicón o en ensalada se puede degustar este crustáceo que, según los mecos, es el de mayor calidad del mundo. Asunto que están dispuestos a discutir, por lo menos, tres o cuatro puertos gallegos.
Estas jornadas son una demanda de los amantes del centollo que nunca pueden degustarlo durante la Festa do Marisco porque en esas fechas está en veda.
Por si esto del centollo les cae un poco lejos, sepan que el centollo –de nombre científico maja esquinado–, pertenece al mismo orden que los cangrejos. Pero es mucho más grande, como una talla XXL de cangrejo. Sólo su caparazón puede llegar a medir 20 centímetros y su peso alcanzar los 4 kilos. También se diferencia en que es más redondeado y en vez de ser liso, como las nécoras o los cangrejos, es rugoso con pequeñas protuberancias y está cubierto de vellosidades sobre las que suelen vivir algas. Se alimenta de otros invertebrados que viven también en el fondo del mar y de algas.
En los meses del verano y todavía durante la Festa do Marisco de octubre se encuentra en veda que, por supuesto, hay que respetar escrupulosamente si queremos seguir disfrutando de este exquisito marisco. Es probable que durante esas fechas los restaurantes le ofrezcan centollo francés, que no está en veda, y que puede proceder indistintamente de las costas de Francia o Gran Bretaña. Disfrútelo. Son parecidos a los gallegos, pero si los ve juntos enseguida distinguirá cual de los centollos es el de Galicia. El francés tienen un color rojo más pálido, carece de las vellosidades que al gallego le crecen en el caparazón y sus patas son más gruesas y sus uñas menos afiladas.
