“Las contingencias al peregrino y las averías siempre ocurren en el peor momento y lugar”, explica Juanjo Ventana, propietario-fundador de Jacotrans. Muchos atribuyen la responsabilidad de este fenómeno a la “Ley de Murphy”. Pero Ventana ha sabido ponerla de su parte para hacer rentable su negocio de transporte, correo y asistencia en ruta al peregrino, que se encuentra en plena expansión. Su proyecto más inmediato es convertirlo en una franquicia que se extienda a las comunidades autónomas del Camino de Santiago durante el Xacobeo 2010.
“La idea- explica Ventana- es que las empresas que han empezado a colaborar desde otras comunidades autónomas, llegadas de nuestra mano, operemos bajo el mismo nombre de Jacotráns. Se trata de uniformizar el servicio y así dar más confianza al peregrino”, cada día más familiarizado con esta empresa a juzgar por el número de servicios requeridos. “A lo largo de un año realizamos 5.000 servicios, lo que puede dar cobertura a casi el doble de caminantes”, asegura el responsable de Jacotráns.
La clave del éxito de este negocio, que no ha parado de crecer desde su constitución en 2005, es la información. “Hoy día los peregrinos nos conocen de antemano porque se ha hecho mucho hincapié en la difusión a través de los albergues, los hoteles y restaurantes del Camino. Las agencias de viaje también lo difunden al peregrino cuando promocionan el Camino de Santiago.Esta labor, además, siempre ha contado con el respaldo del Gobierno de Navarra (la empresa se ubica en la localidad de Zubiri) por tratarse de una empresa turística”, apunta Ventana, para quien todo hace suponer unas “muy buenas expectativas” para el año Xacobeo.
Libros, hornillo y tienda de campaña a cuestas
“Todo lo que el peregrino necesita y no encuentra en el Camino”, es la definición más completa que Juanjo Ventana usa para hablar de su trabajo.Transportar mochilas, maletas, bicicletas o artilugios tan dispares como un gran carro de tablas que un peregrino cordobés ingenió en su día para cargar con los bultos y con algunos perros fieles que lo acompañaban en la ruta, es su día de día.
El servicio postal desde las localidades del Camino que carecen de él es una de las mayores utilidades para el peregrino que ofrece este negocio, especialmente cuando los caminantes se proveen de artilugios innecesarios a los que no dan uso y de los que se tienen que librar para no entorpecer su marcha. “Hemos enviado de todo. Este mismo mes un peregrino nos encargó que le enviásemos un paquete que contenía la ropa ya usada en la ruta a una dirección de Burgos, donde iba a acabar el Camino, pero también hemos enviado libros que el peregrino no tiene tiempo de leer, hornillos y tiendas de campaña”, asegura Ventana.
Los paquetes preparados por Jacotráns recorren prácticamente medio mundo, pero lo habitual es que los remitan a la oficina de correos de Santiago de Compostela, donde los peregrinos los recogen. Al servicio de transporte se suman otros como el alquiler de mochilas, la consigna o la reparación de bicicletas y otras averías.
Asistencia en ruta al peregrino
¿Cuántas veces ha sorprendido la lluvia al romero, se le han roto las botas o sencillamente, se le ha agotado la ropa limpia o se avería la bicicleta con la que se emprendió la ruta? El responsable de Jacotrans también ha contado con estas contingencias en su estrategia de negocio, al ofrecer toda clase de asistencia al peregrino durante los tramos del Camino. Jacotrans puede proveer a los romeros de ropa o cualquier otro tipo de material auxilar, como bastones, cantimploras, capas de agua o repuestos para las bicicletas.
Las bicicletas de Idaho
Existe una pequeña historia recurrente en el anecdotario de Juanjo Ventana, entre otras muchas que suceden diariamente en el ejercicio de su trabajo. Las protagonistas son dos chicas peregrinas procedentes de la ciudad de Idaho, en el estado americano de Nueva Inglaterra, que estaban haciendo el Camino de Santiago en bicicleta.
Como en muchas otras ocasiones, las bicicletas, “que no eran de muy buena calidad”, apunta Juanjo, se averiaron. Las caminantes recurrieron a los servicios de Jacotrans y pidieron que los velocípedos fuesen enviados de vuelta a sus respectivas casas en América. Cada envío ascendía a 300 euros por bicicleta, “un coste mayor del valor de cada bicicleta”, estimó el propietario de Jacotrans. “Así que finalmente las peregrinas decidieron legarnos las bicicletas para regalárselas a algún peregrino necesitado”, apunta Juanjo.Tras repararlas y ponerlas a punto, Jacotrans las ofrece a toda suerte de bicigrinos que tienen algún problema con su bicicleta, a cambio de la que traen “Sin embargo -bromea Juanjo- las bicicletas aún siguen con nosotros después de dos años”.
El germen de la idea
Vivir en Zubiri, en pleno Camino de Santiago contribuyó al nacimiento de Jacotráns. Ventana explica que el órdago lo lanzó un hermano suyo taxista, quien observó la alta demanda que hacían los peregrinos a los taxistas para transportar sus equipajes, un servicio que no estaban autorizados a cubrir por tratarse de transporte de mercancías. “Así que llenamos un vacío que existía”, aclara el responsable de Jacotráns. Primero “hicimos un plan de viabilidad para observar los pros y los contras” y que sustentase esta idea emprendedora que hoy se encuentra en pleno proceso de expansión.