Inshallah Beijing!, o Pekín, si Dios quiere, es el título que da inicio al fin de Amal 2009, una edición en la que el éxito de
El filme Inshallah Beijing!, de los realizadores italianos Luca Cussani y Francesco Cannito, se aproxima a la vida de tres jóvenes palestinos que intentan mantener vivo un sueño: acudir a las olimpiadas de Pekín. Un atleta sin zapatillas, una nadadora que no puede acceder a la piscina o un deportista que se entrena esperando que no le caiga un misil encima son los protagonistas de la una película que incide en los aspectos de superación del deporte y en la necesidad de mantener un sueño cuando todo está en contra.
La película que cerrará los pases en el Teatro Principal es Un novio para Yasmina, de la directora española Irene Cardona. Es una película de enredo amoroso que profundiza en las relaciones personales y la forma en la que se demuestran los afectos.
La tarde de cortometrajes comienza a partir de las 18.00 horas en el hotel Araguaney con La criada, de la directora egipcia Heidi Saman. Una pequeña pieza existencialista en la que la existencia del otro adquiere una consistencia real a través de un caso común entre una criada y sus patronos.
Por último, se proyecta el corto documental Los niños de Ibdaa: crear algo de la nada, del realizador Smith Patrick, que cuenta la experiencia de un grupo de baile formado por niños que viven en un campo de refugiados de Cisjordania. El grupo se embarca en un viaje para conocer el pueblo del que sus abuelos fueron expulsados.