El grelo gallego entra en la lista de alimentos que cuentan con la identificación geográfica protegida (IGP), según aparece en el Diario Oficial de la Unión Europea. La protección entrará en vigor dentro de seis meses.
Aunque la protección se extiende a todos los municipios donde se cultive, en el boletín aparece especificado que las semillas que se utilicen para el cultivo han de provenir de plantas de los ecotipos de Santiago y de Lugo, tanto las correspondientes a las variedades comerciales autorizadas Grelos de Santiago y Globo blanco de Lugo”. También se reconocen como legítimas las semillas resultantes de la reutilización en las plantaciones “en parcelas inscritas en el Registro de Plantaciones de la IGP”.
El texto aprobado cuenta con características morfológicas concretas: “raíz pivotante, engrosada en la parte superior y unida al tallo liso y ramificado a partir del cuello. Hojas inferiores pecioladas, cerdosas y con lóbulos laterales anchos y pequeños, aunque el terminal es mayor, y hojas del tallo floral superiores sentadas oblongo-lanceoladas con dos orejuelas grandes, redondeadas, abrazadoras y glabras”. La protección se extiende a nabizas y cimos.