Las razones por las que el departamento autonómico la ha seleccionado como hito patrimonial la ermita de Leboreiro, puerta de entrada del Camino Francés por la provincia coruñesa, se debe a la importancia de las pinturas murales que alberga en su interior, así como por el valor etnográfico del conjunto de la aldea. Para su divulgación, no se descarta promover visitas guiadas a la ermita y la edición de vídeos promocionales. Asimismo, se dará continuidad a los trabajos de restauración del lugar promovidos desde los últimos años por el Xacobeo, que asumirá también las obras que se acometan el año que viene.
Precisamente, la importancia de estar incluído en la nómina de “Hitos del Camino” reside en la ejecución de actividades de rehabilitación para su puesta en valor, además de ser identificada de manera conjunta, mediante un nexo común con los demás Hitos, de cara a la promoción y divulgación de dichos monumentos o conjuntos arquitectónicos a través de material divulgativo.
El director xeral de Patrimonio de la Xunta, José Manuel Rey Pichel presentó recientemente esta propuesta a sus homólogos de Castilla y León, Navarra, La Rioja y Aragón, al tiempo que dio a conocer el resto de conjuntos monumentales gallegos que fueron seleccionados por su especial significado en el Camino de Santiago.
Demás hitos gallegos
La iglesia melidense de Santa María de Leboreiro se suma así a otros conjuntos distinguidos con este reconocimiento en la Comunidad Autónoma de Galicia, como el núcleo de O Cebreiro (Pedrafita), el monasterio de Samos, el complejo monástico de Vilar de Donas en Palas de Rei y la catedral de Santiago de Compostela. Todos ellos engrosan una lista de 21 hitos en total distribuidos en las cuatro regiones pora las que discurre la ruta de peregrinaciones.
Etapa 28 del Camino Francés
La parroquia de Leboreiro se incluye en la etapa 28 del Camino Francés. El peregrino se encuentra la iglesia de Santa María, que es de estilo románico de transición, de una sola nave y ábside circular. En el tímpano de la portada hay esculpida una hermosa imagen de la Virgen; enfrente está la fachada del antiguo hospicio de peregrinos fundado por la familia Ulloa en el siglo XII, cuyo blasón ostenta. Delante se puede observar un típico cabaceiro, es decir, un granero en forma de gigantescos canastos utilizado para conservar el maíz, como si se tratara de un primitivo hórreo. Existe también un cruceiro y un vetusto puente medieval sobre el río Seco.
La leyenda
La página web http://www.1romanico.com refiere una leyenda, que cuenta que cerca de esta iglesa, un día comenzó a manar agua de una fuente que tenía la extraña virtud de emitir luz durante la noche y un suave aroma durante el día. Los aldeanos, dice la tradición, sospecharon que se trataba de un milagro, cavaron en torno y dieron con una imagen de Nuestra Señora, que inmediatamente fue trasladada a la iglesia. Pero la Virgen, recién desenterrada, volvía cada noche a la fuente. Y así continuó sucediendo hasta que un día un artista tuvo la idea de esculpir una talla de la Virgen en el tímpano. Desde entonces, la imagen de Santa María de Leboreiro, consintió quedarse en la iglesia.