No recoger una seta si no está debidamente identificada, intentar no mezclar especies en el mismo cesto, no recoger los hongos después de grandes lluvias porque estas puedan modificar sus características y dificultar su identificación y no transportarlos en recipientes cerrados o bolsas plásticas para evitar que fermenten son algunos de los consejos que la Consellería de Sanidade publica en su sitio web. La recogida de setas reúne a más personas cada ño, por lo que aumenta el riesgo de intoxicación por desconocimiento en la práctica de recogida de hongos.
Las setas recogidas deben consumirse lo antes posible, no en grandes cantidades –puesto que su alto contenido en celulosa, en general, las hace indigestas– y siempre cocinadas. Asimismo, debe conservarse un ejemplar en el frigorífico, ya que puede ser de utilidad a los médicos en caso de intoxicación.
Ante cualquier síntoma de intoxicación, la persona afectada debe acudir al centro sanitario más próximo y suministrar información sobre la especie consumida, el lugar de recogida o el número de consumidores, además de facilitar una muestra de ser posible.
Por último, Sanidade apela a hacer caso omiso de falsas normas o tradiciones sobre el reconocimiento de setas que no tienen carácter científico, como que son comestibles todos los que crecen en la madera o en el prado, los que aparecen roídos por animales salvajes o los que huelen bien, porque todas esas creencias son erróneas.