Todas las personas vinculadas a la Fundación Araguaney–Puente de Culturas celebran hoy un aniversario muy
La Fundación nació como un homenaje a la memoria de dos emigrantes: un gallego, Constantino Martínez, y una alemana, María Schnackig, que se conocieron en Venezuela. El nombre Araguaney, el árbol nacional de ese país, es un homenaje a la tierra en que iniciaron su historia en común. Ambos abandonaron Venezuela y se establecieron en Compostela, donde fundaron un hogar en el que se unían Galicia, América y Oriente próximo. A partir de esa familia nació el Grupo de Empresas Araguaney,
A lo largo de sus 25 años de existencia, la Fundación Araguaney-Puente de Culturas ha promovido numerosas actividades destinadas a impulsar la difusión cultural, el intercambio y el diálogo entre los pueblos, inspirada por el trabajo y el compromiso de sus creadores.
La edición de libros, la celebración de conferencias, debates y mesas redondas, la promoción musical, el programa Vacaciones por la Paz, los seminarios y exposiciones, el mantenimiento de una biblioteca sobre la cultura árabe e Hispanoamérica son algunas de sus áreas de actuación más conocidas, así como el firme apoyo a
Algunas de las iniciativas de la Fundación se han convertido en citas tradicionales del calendario cultural, como la concesión del Premio Araguaney de Oro que ha galardonado, entre otros, a Miguel Ángel Moratinos, Isaac Díaz Pardo, CRTVG y la Universidade de Santiago de Compostela. Otro de los eventos de referencia es el Festival Internacional de Cine Euro-Árabe Amal, que se ha convertido en uno de los más importantes del mundo en su categoría, después de sólo siete ediciones.