Orgulloso de haber sobrevivido a una tendinitis que dificultó su caminata, este peregrino coreano nos explica los motivos que le empujaron a hacer el Camino y las vivencias enriquecedoras que le ha aportado. Nuestro peregrino ya está en Santiago y sólo le queda una cosa pendiente: probar el pulpo a la gallega.
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