El inicio ceremonial del acto comenzará cuando el arzobispo compostelano, Julián Barrio, golpee tres veces con un martillo el muro que caerá al tercer impacto, cuando se abrirá la Puerta Santa, de cobre, en un ambiente de oración y fervor católico.
Acto seguido, Barrio deberá arrodillarse en silencio y, posteriormente, dos diáconos despejan las piedras del muro derruído para facilitar el paso. Limpian con agua bendita los dinteles y tras ellos los peregrinos engalanan la puerta con flores y velas encendidas y dejan paso al arzobispo para entrar en el templo con la cruz mientras entona el canto de “Te Deum laudamus”, seguido de un séquito de “concelebrantes, cabildo, ministros y acólitos”, según el programa del Arzobispado. Este séquito está encabezado por el delegado regio, cuyo cargo ejercerá el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, al que seguirán autoridades civiles, religiosas y militares para participar en la eucaristía.
Con anterioridad a la Apertura de la Puerta Santa se procederá a la lectura del mensaje del Papa Benedicto XVI y se realizará una procesión alrededor de la Catedral entre incensarios, ciriales, cruces y otros elementos de la tradición eclesiástica.