(foto lariadearosa.com)
Según informa La Voz de Galicia, un proyecto desarrollado por la bodega Terras Gauda presentó un proyecto de precisión vinícola que supondría un avance importante para la industria vinícola del país.
La innovación consiste en aplicar un control individualizado de cada viña y ejercer un manejo selectivo del viñedo para mejorar su rentabilidad. Se colocarán sensores en todas las plantas para llegar a medir incluso su función fotosintética o lo que es lo miso, su vigor.
Los datos informatizados, recogidos en unos nodos, permitirán conocer el estado nutritivo de cada vid y aplicar nutrientes en función de la necesidad de la planta. Los sensores medirán la temperatura, la luz, la humedad ambiente y humedad foliar (período de humectación de la hoja), y los datos combinados de esos factores, de los que dependen las plagas de hongos, proporcionarán una información valiosa: se sabrá cuándo es el momento preciso para aplicar tratamientos y atender cualquier carencia de la planta.
La iniciativa servirá para controlar la maduración de la uva y servirá para escalonar las vendimias y escoger las uvas en su momento preciso, y con el mismo nivel de azucares.
El coste del sistema es de 80.000 euros. Para monitorizar la evolución de la uva, es necesari un sistema GPS y GIS para visualizar la parcelación y un software.