Una locura. Un reto. Una aventura para seguir día a día. Dos jóvenes gallegos esperarán hasta la primavera para iniciar una travesía que puede entenderse como “peregrinación extrema”. El compostelano Juan Rivas ‘Coru’ y el nigranés Andrés Fraga planean iniciar en abril una de las rutas del Camino de Santiago más duras. Su intención es peregrinar desde el punto más al norte del continente europeo, el cabo noruego de Nordkapp, hasta Compostela. Les esperan 6.000 kilómetros o, para hacernos una idea, seis millones de pasos. Los aventureros esperan completar la travesía en unos siete meses.
La idea surgió hace tres semanas. Los caminantes quieren transmitir sus experiencias a través de internet y quieren completar la travesía con la grabación de un documental. En su aventura colabora una tercera integrante, Ana Bulnes, que ”va a estar en tierra, llevando el tema de la comunicación y la página web”, comenta Fraga. Precisamente, este lunes echaba a andar la web –que montaron el fin de semana– y que atrae la atención de cada vez más seguidores.
Evidentemente, tienen que esperar a la primavera para poder completar las etapas, aunque calculan que en las primeras jornadas, las de los puntos más boreales de Europa, las temperaturas no superarán los quince bajo cero. Según sus cálculos, esperan atravesar los Alpes en agosto, cuando el tiempo es más benigno. La pareja espera llegar en septiembre o en octubre hasta la meta santiaguesa.
Pero no todo será andar, ya que prevén realizar paradas cada 15 días ”en las ciudades más importantes” para hacer grabaciones para el documental, hablando con gente y medios del lugar; enviar el material y descansar.
Comenzar y acabar, lo peor
Sobre las fases del trayecto más temidas, Fraga apunta que ”el inicio es duro, porque aunque el cuerpo esté entrenado, tiene que coger forma”. Además, asegura que Finlandia será difícil por sus condiciones climatológicas extremas y también por las cuatro etapas en las que, según calculan, estarán solos ya que atravesarán zonas poco o nada pobladas, con el peligro y el agotamiento que puede suponer.
A ello se suma la fase final, la entrada a España en el último mes. ”Estás cansado, es una zona que conocemos más y tendremos ganas de llegar a casa después de siete meses”, mantiene el de Nigrán. Lo que suavizará esta última etapa será la coincidencia con otros peregrinos.
Con todo, Andrés matiza que probablemente la fase más dura la están viviendo ahora, ya que no tienen nada cerrado en cuanto a los patrocinios: ”es un mal momento para pedir dinero porque el sector privado mide el dinero al milímetro”, dice. Para lograr financiación deben hacerse más conocidos, y el proyecto aún acaba de comenzar.
Añade que el hecho de pedir algo relacionado con internet, ”no es tan fácil de ver, no es tan tangible”, pero confía en que cuando aparezca el primer patrocinador, ”los demás se sentirán más seguros y no pensarán que es la locura de dos chavales”.
