Xohán Rompé es un lucense, autor del libro virtual “Manual de cocina para hospitaleros torpes“, un amplio recetario de cocina que pretende alimentar los conocimientos culinarios de los “hospitaleros torpes”, que cuidan voluntariamente de los peregrinos que sigue la Ruta Xacobea en los albergues que existen a lo largo del Camino de Santiago por toda Europa.
Rompé advirtió de la necesidad de escribir este manual de ayuda culinaria a raíz de comprobar que hay hospitaleros que, aunque ponen mucha voluntad al atender de manera voluntaria a los peregrinos, “nunca cogieron un tenedor para batir un huevo y hacer una tortilla”, explica.
Por eso, como consecuencia de la existencia de lo que el autor califica de “hospitaleros un poco despistados”, se deriva este manual plagado de “recetas fáciles”, realizadas por él mismo en muchos albergues, para mantener la espiritualidad del Camino y facilitar “las calorías para ayudar a hacer la siguiente etapa”.
A lo largo de las páginas del texto se aprecia la intención del autor de aproximarse a la “hospitalidad de la Edad Media”, iniciada por los monjes Benedictinos y secundada por las órdenes de los Templarios o los caballeros de Malta, cuando ayudaban, como ahora hacen los hospitaleros voluntarios, a los peregrinos a llegar a Santiago.
En el libro los hospitaleros encuentran desde una serie de recetas muy sencillas, explicadas de modo ameno, que cualquier persona se puede poner a hacer, así como trucos y recetas para aprovechar los sobrantes, o lo que es lo mismo, la cocina de reciclaje. Para los más avezados, Rompé recoge otras recetas que implican una mayor dedicación, en las que se incluyen salsas con las que cumplimentar un platos hasta masas. Dice el autor que es una buena manera de sobrellevar las “largas horas que median entre terminar de recoger el albergue y limpiar y la siguiente llegada de nuevos peregrinos”.
A lo largo de más de 100 páginas Xohán Rompé olvida muy pocas cosas o casi nada, puesto que muy diferente es la acogida en la cocina de los albergues dependiendo de la temporada del año. También hay que tener en cuenta la tradición del lugar y el tipismo de los platos del peregrino. Así, Rompé desvela los secretos de una sopa de burro cansado, hasta como elaborar Nestea casero, agua de Valencia o un buen salmorejo. Desde lo sólido y consistente hasta lo frugal y refrescante, como un tinto de verano, una sangría española o un ponche de Mamá Cándida, los hospitaleros no se encontrarán perdidos cuando los peregrinos reclamen algo que llevarse a la boca para hacer frente a jornadas calurosas de estío o enfrentar el riguroso invierno.
Este texto de contenido gastronómico es de carácter gratuíto y se puede descargar desde la página web de la Federación de Asociaciones de Amigos del Camino de Santiago, www.caminodesantiago.org.
