Mañana se inaugura en el Ifema de Madrid una nueva edición de la Feria de Arte Contemporáneo, Arco, que cuenta este año con Los Ángeles como ciudad invitada. Se trata de la tercera edición que se celebra en la época de la Gran Recesión, un lapso temporal abierto desde que, a mediados de 2007, se produjesen los primeros síntomas del agotamiento económico que derivó en 2008 en la crisis que actualmente se vive.
El mercado del arte es especialmente sensible a la depresión y a las malas perspectivas económicas. Su carácter de inversión segura permanece, pero el abanico y las apuestas por nuevos valores se retraen hasta límites dramáticos. Sin querer jugar a los pitonisos, es difícil que de la primera feria de la nueva década salgan nuevos nombres como una inversión segura. Puede no haber lugar para milagros, pero el comportamiento de los inversores en subastas como la de Giacometti –su L’homme qui marche fue subastada el 3 de febrero en Sotheby´s de Londres por casi 75 millones de euros, la cifra más alta de la historia– llama la atención sobre lo que nos podamos encontrar este año.
Si desean testar el humor del dinero, no dejen de visitar desde el 17 al 21 de febrero en Madrid la nueva edición de Arco.
El mismo día comienza el encuentro Art Madrid, evento que reúne a una buena selección de galerías españolas y que se presenta como el lugar de encuentro de artistas y marchantes estatales, frente a la vocación internacional de Arco. Entre las obras seleccionadas por algunas de las galerías estarán las de 30 artistas gallegos.
Artistas gallegos en galerías foráneas
En Arco estarán expondrán finalmente tres galerías gallegas –Adhoc, Barcelos y Factoría Compostela—y hasta doce artistas de la comunidad, que acudirán de la mano de diferentes galerías, como son los casos de Antón Lamazares, Rubén Ramos Balsa, Sofía Jack o Antonio Murado, entre otros.
