Un paseo por el Fórum Gastronómico: godello y algas, maridaje perfecto

Algas con berberechos y mejillones

Desde luego, Galicia tiene vinos excelentes con una variedad que no tiene que envidiar a otras tierras. Si los vinos de Rías Baixas que representan el Albariño y el Rosal son los reyes del vino blanco gallego, estos vinos de Valdeorras con uvas Godello no le van a la zaga. El día de las catas  de estos vino con algas, pudimos probar tres vinos blancos hechos a base de Godello y también un tinto de Mencía. Los responsables y técnicos de Consello Regulador de la D. O. Valdeorras nos dieron explicaciones sobre cómo es este tipo de vinos de esta zona: cómo son sus características, cómo se deben catar y cómo, en suma, disfrutarlos.

También, en esta cata, gracias a la colaboración de Portomuiños — una empresa que se dedica a difundir la cultura culinaria de las algas desde hace más de una década– pudimos catar y degustar estos vinos de Valdeorras junto con unas tapas preparadas con algas.

Para el primer vino de color amarillo pálido y sabor ligeramente frutal, tomamos una tapa de berberechos con algas Spaguetti de Mar. Sinceramente, fue una sensación de estar en la playa con el agradable sabor de los aminoácidos de los berberechos y de las algas, que combinaban de forma casi perfecta con el vino.

El segundo vino blanco tenía color más amarillo más denso, y tanto su aroma como el sabor, era más intenso que el primero. Tiene un toque muy ligeramente ácido pero no tanto como para tapar el sabor de la tapa que era de mejillones con las algas “Wakame”. Los mejillones con las algas tenía un aliño de vinagreta y este acidez de la salsa encajaba bien con la ligera acidez del vino.

Algas con curry y huevas

El tercer vino blanco, que personalmente me encantó por su delicadeza, pudimos catarlo junto a una tapa hecha con algas al curry con huevas de trucha montadas en una tostada. Este vino me recordaba el sake japonés, que es vino de arroz, porque cuando se toma sake frio –aunque hay tantas variedades como los vinos– se saborea su aroma casi dulce de arroz. Este vino era más suave en su aroma y sabor, pero particularmente en su textura tan delicada. Si lo puedo expresar de otra manera: tan humilde que se serviría para favorecer a los platos, no para destacarse a él mismo. La tapa de las algas al curry fue una sorpresa de combinaciones de sabores orientales, y el vino suavizó el sabor exótico del curry en la boca lentamente.

Por último, el vino hecho con Mencia lo catamos con unas tapas hechas con arroz mezclado con setas y algas. A pesar de su intenso color, el sabor es suave en la entrada, pero duradero y profundo, y era frutal pero no dulce, y sabía algo a madera aromática. Combinó perfectamente con las tapas de arroz con algas. Me gustaría servir este vino tinto, no para carne, sino, para platos de arroz o pasta con ingredientes vegetales que incluyen las algas. Hoy en día, en España ya se cuenta con las algas como alimentos saludables, sin embargo, no solamente por sus propiedades, sino, por sus sabores que varían depende tipo de algas y por sus texturas diferentes, son ingredientes con los que se pueden jugar mucho.

Así pues, fue una mañana muy agradable (y sabrosa) con los vinos de Valdeorras y las algas gallegas. Fue una iniciativa valiente e innovadora para que pudiéramos navegar por el mundo culinario que no tiene su fin para su exploración.

Por Megumi Shiozawa

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