La trucha y el vino se dieron cita en el Fórum Gastronómico compostelano para demostrar un perfecto maridaje de sabores y texturas. Atrugal, una de las principales asociaciones de productores de trucha en España, y líder en Galicia, demostró que este pez de río, que en ocasiones no ha sido muy apreciado, tiene multiples posibilidades y resulta sabroso junto a un albariño.
Las condiciones y calidad de las aguas de los ríos de la comunidad, hacen de Galicia un lugar idóneo para el cultivo de la trucha. Las cualidades particulares del caudal propiciaron que la historia del cultivo de este pez comenzaran en los ríos gallegos. Así, según informa Atrugal, la primera referencia escrita sobre la producción de peces en España data del año 1129, en unas instalaciones acuícolas situadas en las orillas del río Sar.
Atrugal es una ADSG (Agrupación Defensa Sanitario-Ganadera), que aglutina 20 socios y 26 factorías contempla dos líneas principales de trabajo en torno a la calidad y la promoción de la trucha, presentándola como un producto sano y ligero y tratando de acercarla al consumidor.
La cata
Susana Portela, gerente de Astrugal, y David Barco, presidente de la Asociación Galega de Sumilleres, realizaron en el recinto ferial de Amio, en el trascurso del Fórum Gastronómico, una cata maridaje de vinos con Denominación de Origen Rías Baixas y tres recetas hechas a base de truchas.
Para la ocasión fueron elegidos los cinco vinos campeones de la Cata de las Añadas. Esta cata se caracteriza porque sus caldos son variedades del año hechos en botella que buscan aumentar al máximo las potencialidades del Albariño. Por lo tanto, los vinos empleados no se encuentran actualmente en el mercado.
Por su parte, Susana Portela mostró tres recetas que resaltan las multiples propiedades de preparación de la trucha, capaz de adaptarse a multiples posibilidades que no se le suelen atribuir, como una crema hecha con los recortes del pescado.