El Xacobeo cuenta con 30 voluntarios europeos

La conselleira de Traballo e Benestar, Beatriz Mato, y el conselleiro de Cultura, Roberto Varela, recibirán a los voluntarios europeos que participan en el Xacobeo (foto Pepe Ferrín)

Ayudar, compartir y hacer camino. Esta es la principal meta de los 30 jóvenes llegados desde 18 países europeos a Santiago de Compostela con el propósito de atender y asesorar a los peregrinos ante las dudas y contratiempos que puedan surgir en el trayecto. A lo largo de este tiempo trabajarán desde nueve albergues situados en diferentes municipios el Camino Francés y lo harán de forma voluntaria y desinteresada. Están aquí para servir a los caminantes, pero saben que a cambio su acción les aportará un sinfín de experiencias de las que aprender y que nunca olvidarán.

Más de 200 lenguas diferentes se han cruzado en el Camino de Santiago durante siglos, pero los peregrinos siempre han logrado entenderse y resolver sus problemas gracias a la colaboración de los voluntarios y a su vocación solidaria.

La veintena de participantes, que hoy recibieron la bienvenida de boca del conselleiro de Cultura, Roberto Varela, y la de Traballo e Benestar, Beatriz Mato, proceden de un total de 18 países europeos. Sus lugares de origen son Alemania, Austria, Bélgica, Estonia, Francia, Grecia, Holanda, Hungría, Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Noruega, Malta, Polonia, Portugal, Reino Unido y Rumanía.

La tarea de estos jóvenes de entre 18 y 30 años comenzará en el mes de mayo y se distribuirán en los principales puntos de afluencia de peregrinos que integran el Camino Francés. Así, durante medio año se asentarán en O Cebreiro, Triacastela, Sarria, Portomarín, Palas de Rei, Melide, Arzúa, O Pino y Santiago.

Antes de involucrarse de lleno en la acogida y ayuda a los visitantes, los voluntarios recibirán un curso de formación, al que asistirán este mes de abril en la capital gallega, destino final de los miles de peregrinos que visitarán Santiago este Año Santo. En las jornadas, los jóvenes aprenderán aspectos lingüísticos y técnicos relacionados con el Camino y con las actividades que van a desarrollar.

Con todo, la mejor manera de aprender y conocer las necesidades reales de los peregrinos es ponerse en su piel. Es por ello que, durante el periodo de formación, los participantes realizarán un tramo del Camino entre O Cebreiro y Compostela. “Só a través de esta experiencia os voluntarios poderán saber que o Camiño é moito máis que un reto físico, que trascende o relixioso e engrandece o espíritu”, afirmó Beatriz Mato. La titular del departamento autonómico tuvo palabras de agradecimiento para los jóvenes por el trabajo que van a realizar en una comunidad que “é solidaria”.

Los voluntarios europeos trabajarán hasta septiembre para apoyar la acogida de visitantes en los albergues, colaborando en su recepción y distribución; e informarán sobre el Camino de Santiago en comunicación directa con los peregrinos y a través de la distribución de folletos en distintas lenguas. Su cometido no termina aquí, ya que además participarán en actividades de difusión de las rutas, para dar a conocer otros tramos de Camino y para recoger datos y material que les permita mostrarlo en sus territorios de origen.

También desarrollarán actividades interculturales que les permitirán hablar de sus países a través de presentaciones, documentales, películas o talleres. Su paso por Galicia y su labor en este Xacobeo 2010 les convertirá en los “mellores embaixadores da comunidade” ante un gran número de caminantes llegados de toda Europa. Así lo expuso Roberto Varela, que destacó el “contacto intercultural” y el “enriquecemento mutuo” que potenciará esta iniciativa para “dar continuidade á milenaria tradición xacobea”.

Para el conselleiro, este “enorme capital humano” permitirá seguir impulsando la atención personalizada como elemento diferencial de Galicia, un destino “espiritual, cultural e turístico” en este Año Santo.

Protagonistas
Claudia es de Alemania y tiene 20 años. La joven esta convencida de que esta actividad supone “una importante posibilidad de vivir una experiencia única en un lugar muy especial”. Además, al igual que a sus compañeros, la motivó la oportunidad de aprender español y conocer a otra gente.

Otra de las participantes, Serena, viajó desde Italia para sumarse al proyecto de voluntariado en el Camino simplemente porque le encanta Compostela. La joven estuvo en la capital gallega hace ya tres años, pero se desenvuelve muy bien con el español porque estuvo de Erasmus en Salamanca. “Me gusta la interculturalidad y quiero conocer a otras personas y nuevos aspectos de Galicia”, comenta Serena. La italiana se mostró muy contenta de poder hacer un tramo del Camino y descubrir alguno de los pequeños pueblos que conforman la comunidad.

Para John, un joven irlandés, es su primera visita a Galicia, pero encuentra semejanzas con su país, sobre todo por la lluvia. Este voluntario transmite sus ganas por trabajar en equipo desde diferentes puntos del Camino para ayudar a los peregrinos. Conocer más sobre su gente, su historia y su cultura son otros de los motivos que lo animaron a viajar a la comunidad y colaborar en un proyecto solidario.

Otro de los jóvenes que colaboran en un proyecto es Marron, de Holanda, que ya estuvo viviendo dos años en Galicia y se confiesa un enamorado de su cultura. Además, esta actividad tiene relación con sus estudios, ya que en su país asiste a la escuela cultural. Para el holandés, su paso por la comunidad le permitirá “aprender de otra gente y ver otra parte de Galicia”.

La andadura de estos 30 voluntarios termina en el mes de octubre, que dedicarán a evaluar el proyecto desde Santiago. Además, trabajarán con el material recogido por ellos para que su recopilación les permita promocionar el Camino en sus países de origen. Entonces colgarán su uniforme de voluntarios y dirán adiós a la experiencia, que mantendrán por siempre en forma de recuerdos.

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