Las mejores vistas de la ciudad: las cubiertas de la Catedral

Al visitante en Compostela le espera una ciudad no muy grande, abarcable a pie y con multitus de cantos y rincones en los que descansar, pasear, reflexionar o divertirse. Cualquier cosa que pida el cuerpo.

Al peregrino le queda por desentrañar el último misterio de su camino y descubrirse un poco, de la manera que sea, cuando ya ha alcanzado la meta y todo lo que ha vivido cobra un sentido nuevo.

Para conocer los lugares y rincones de la ciudad, nada mejor que verla a vista de pájaro. Una de las visitas indispensables en la ciudad son las cubiertas de la catedral. Las visitas acceden al “skyline” compostelano a través del Pazo de Xelmírez, cuya entrada está en el lado norte de la Praza do Obradoiro, junto a al fachada barroca.

Además de disfrutar de las vistas y conocer rincones, la visita repasa algunos de los aspectos cotidianos de la catedral: su condición de palacio arzobispal, su función militar, salas cotidianas.

La visita comienza en las caballerizas para pasar hacia el salón principal. La gran sala de banquetes y festejos explica su significado a los visitantes a través del arte: las figuras que adornan los capiteles representan una boda real. Según donde estén situadas, podemos intuir cuál era la importancia de cada espacio en la organización de los ágapes. Llama poderosamente la atención tanto el detallismo y el acabado de las figuras, que dan cuenta de la maestría del arte compostelano en la edad media, así como su programa iconográfico. A pesar de que nos encontramos en un espacio mayoritariamente religioso, las figuras representan un momento de la vida civil.

Panorámica del claustro y la ciudad

El novio y la novia con los platos llenos, los músicos y los poetas que tocan animados, los lacayos que llevan empanadas, platos llenos y jarras de vino revelan que la naturaleza del espacio que pisamos está ligada al poder terrenal.

Antes del Año Santo, la visita comprendía un paseo guiado por la tribuna de la nave central de la catedral. Un espacio religiosos que cumplía funciones mortales, como servir de espacio para descanso para los peregrinos por la noche, o ser un excelente palco donde los señores dominaban a sus súbditos y representaban simbólicamente su posición.

Durante este año se ha suspendido esta parte de la visita porque coincide con el horario de misas en el templo.

Después de estar en la sala de festejos, donde la primera Xunta celebró su constitución, los visitantes acceden a los tejados a través de 84 irregulares escalones.  Una vez en las cubiertas, llama la atención  el enlosado de granito, dispuesto de esta forma para que las tropas del arzobispo pudiesen moverse libremente.

Los guías detallan los orígenes y motivos de cada torre que corona el espacio catedralicio, así como su historia, en laque se mezclan avances artísticos y de ingeniería. Pero sobre todo, las vista: en un día claro, pueden verse las afueras de la ciudad entre las colinas suaves y gastadas. Las estrechas callejuelas se pliegan y se muestran como un caos concentrado de vías, piedra, tejas rojas y personas que caminan y pasean.  Santiago no es lo mismo desde aquí, parece más íntimo y hasta da un poco de pudor estar tan cerca de las estatuas que rematan la fachada barroca del Obradoiro,  o asomarse de refilón a la linterna que corona la bóveda de la nave central.

Uno de los comentarios que más se escuchan son los “¡mira dónde estamos!”. Lo nunca visto. El misterio de las catedrales nunca se desvela del todo, pero cuando se puede ver algo con una perspectiva diferente, es nuevo ¿o no?

Remate de la fachada barroca

La visita dura unos cuarenta y cinco minutos. El precio es de diez euros por persona. Lo mejor es casi todo, la historia, los espacios, las vistas y la emoción de estar en un lugar poco común. Si hubiese que poner algún “pero” sería la actitud demasiado académica de los guías: detallan y explican muy bien la historia y circunstancias de la visita, falta un poco de trato más claro y cálido con el grupo, que se compone de visitantes y no de alumnos de facultad. Explicar cuatro normas claras al principio de la visita puede ahorrar comentarios fuera de tono.

Datos de interés
Horario: de 10.00 a 14.00 horas y de 16.00 a 20.00 horas. Todos los días.
Precio: 10 euros.8 euros para estudiantes, jubilados y peregrinos.
Reservas individuales: Tel: (+34) 981 552 985
Reservas en grupo: www.galiciaincoming.com

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