Las interminables ‘pietrocolas’ que se forman cada día para entrar en el templo conforman el público objetivo de esta muestra, que hoy presentaron en Roma el conselleiro de Cultura, Roberto Varela, el director gerente de Xestión do Xacobeo, Ignacio Santos Cidrás, el presidente del Consello da Cultura Galega, Ramón Villares, y el deán de la catedral de Santiago, José María Díaz, y que llega al Vaticano procedente de París, tras haber incorporado diez nuevas piezas. Y es que durante las varias horas de espera que, por norma, deben esperar los turistas para entrar en la Basílica, tendrán a la vista la enorme banderola que promociona la muestra compostelana, de cinco metros de ancho por seis de largo, lo que los organizadores confían sea un valor publicitario añadido a la hora de atraer visitantes.
Se trata de una de las exposiciones más ambiciosas del Xacobeo, según reconoció el propio Ignacio Santos, que muestra la trayectoria vital y el legado de Diego Xelmírez, el arzobispo que influyó de forma decisiva en la historia de Galicia y del Camino de Santiago, al conseguir que el Papa le diese a la ciudad la dignidad de metrópolis, gracias a sus dos viajes a Roma, en los años 1.100 y 1105. Según explicó Manuel Castiñeiras, el comisario de la muestra, hasta entonces Santiago no dejaba de ser “unha romería local”. Sin embargo, sus relaciones con las más altas esferas políticas y eclesiásticas y su importante peso político le llevaron a encumbrar y consolidarla como sede xacobea.
La exposición, compuesta por 40 piezas -algunas de las cuales se muestran por primera vez al público después de su restauración-, recrea las viajes de Xelmírez, pero incorpora, además, como novedad en Italia, una introducción a los tiempos de su infancia, que incluye una reconstrucción en 3D del complejo defensivo de las Torres del Oeste del concello pontevedrés de Catoira, que salvaguardaba las costas gallegas de los ataques de vikingos y sarracenos. Por otro lado, un vídeo narra los inicios de la construcción de la catedral de Santiago, impulsada por el antecesor de Xelmírez, Diego Peláez. Entre las grandes obras que incluye la muestra, se incluyen el capitel de las esfinges del claustro de Santa Fe, el Polycarpus -un manuscrito prestado por la Biblioteca Apostólica vaticana y la columna salomónica de finales del siglo XI de la iglesia roma de la S.S. Trinitá dei Morti.
El comisario de la muestra agradeció la colaboración de los estados de Francia e Italia, pero lamentó los “problemas” que pusieron las autoridades de otras comunidades autónomas dentro de la Península, que llevarona los organizadores a recurrir a entidades privadas para completar la exposición, que llegará a Santiago el 18 de agosto e incorporará entonces cinco nuevas piezas.