Iniciamos nuestro recorrido por los miradores compostelano en el hotel Costa Vella, uno de los más populares de la zona monumental de Santiago. El pequeño jardín de una antigua casa burguesa, ubicada en la salida norte de la ciudad, ahora se ha convertido en un local que atrae tanto a santiagueses como a turistas.
Su forma no es diferente a cualquier casa de la zona: amplias, pero humildes, nunca más de tres alturas y con un edificio principal, cerrado y aclimatado por la piedra madre de la capital: el granito. En estas casa, las pequeñas huertas abiertas hacia las parte trasera se convertían en los pequeños lugares de recreo y leve vanidad ociosa: junto a las hortalizas y vegetales plantados, bajo las viñas que proveían de uvas y sombra, se habilitaban pequeños bancos corridos donde la familia y los allegados compartían tertulias en las tardes de primavera y verano.
Lugar: terrazas del hotel Costa Vella. Rúa Porta da Pena, 17.
Qué pedir: el clásico café/infusiones por la mañana o refresco y cerveza por las tardes, acompañados por una pequeña tapa de frutos secos, patatas fritas y olivas. No más de 2 euros.