”Santiago atraía a los peregrinos; Lucus Augusti también, aunque era una ciudad pagana”

Los ponentes del congreso

El camino de la recreación literaria con el escritor Pere Tobaruela como guía. De paseo por los mitos y leyendas alrededor de Santiago Apóstol con el tambien literato Xosé Miranda. La otra peregrinación, la de los sentidos y las emociones, que haría una mujer como Pilar Tejera, fundadora de la red social Mujeres Viajeras. La necesidad de escribir sobre las rutas jacobeas que ha sentido el escritor y periodista lucense José De Cora. La torre de Babel que el fotoperiodista Xurxo Lobato ha querido plasmar con cada disparo. Y las pinceladas sobre la gastronomía con las que el moderador, Guillermo Campos, ha puesto el broche final al acto.

Son las ‘Otras miradas sobre el Camino’ que los seis han elegido para ilustrar la mesa redonda en la que este miércoles han participado en Santiago, al abrigo del I Encuentro Internacional de Literatura de Viajes, Litvi. Abrió la ronda de intervenciones Tobaruela, autor de la obra ‘La cripta del Apóstol’. En ella centró su ponencia. “Mi pretensión es de divulgación y entretenimiento, que el lector que la abra llegue hasta el final”, dejó claro el orador. Según explicó, quien coja el libro en sus manos se verá envuelto en la aventura de unos niños de sexto de primaria que peregrinan hasta Compostela desde Somport y van conociendo el Camino cultural, el espiritual, el arquitectónico y el de las leyendas por boca de sus profesoras.

El siguiente en narrar su visión de las rutas jacobeas fue Xosé Miranda. Y también él venía a hablar de su libro, el ‘Libro del Camino de Santiago’, cuyas páginas explican por qué no es descabellado pensar que que las peregrinaciones existiesen antes que la ciudad de Santiago o que el propio Apóstol. “Existe otro camino tan recorrido como éste, el de San Andrés de Teixido, y en Europa hacer el Camino no consistía en venir a Galicia, sino en acercarse a la iglesia de Santiago que fuese más accesible”, argumentó Miranda. La otra incógnita que el narrador lucense plantea en su recopilación de relatos literarios en torno al Camino viene dada por unas referencias bíblicas “confusas”, que no dejan nada claro cual de los dos ‘Santiago’ es el que da nombre capital gallega: Zebedeo o Alfeo. Del segundo se dice que era hermano de Jesucristo “y ser hermano de Cristo es importantísimo”, ironiza Miranda, para recordar a continuación “el interés de la Iglesia” en que sea Zebedeo el ‘frater domini’ “porque es el que, al parecer, está en Compostela”.

Otra mirada, la de las mujeres, es la que llevó a la mesa Pilar Tejera, quien, tras quince años sumergida en los relatos de las mujeres victorianas, se percató de cómo ellas trasladaban sus narraciones al terreno de las sensaciones. Aprovechando el Año Santo y que el Camino de Santiago es recorrido por más mujeres que hombres, decidió recopilar las vivencias de 22 peregrinas. Así, una de las protagonistas cuenta cómo a sus 70 años se enfrentó a la experiencia de ser mujer “y no la esposa de”, y las reclusas de la cárcel de Brieva, en Ávila, han compartido con Tejera sus diarios para este libro.

La polémica la ha sembrado también el periodista José De Cora al explicar que en su novela –según ha advertido, tan larga como su título–, ‘La verdadera historia del último inquisidor y el maravilloso oráculo de la vida’, defiende una teoría contracorriente: “la peregrinación, o es espiritual, o no es peregrinación. Sería pedestrismo, ciclismo, deporte o cultura”. Asíl el protagonista del libro, el inquisidor, “hace el camino al revés: desde la opresión ve la luz a través del camino espiritual”. Rebatido por varios de sus compañeros de mesa, De Cora aclaró que no entendía la ‘espiritualidad’ como sinónimo de ‘religiosidad’.

La otra cuestión que el escritor puso sobre la mesa también hace referencia a los intereses de la Iglesia. “No sólo Santiago atraía a los peregrinos, también lo hacía Lucus Augusti. Aunque era pagana  su historia no deja lugar a dudas de que era centro de peregrinaje”. En este sentido, De Cora recordó el hallazgo de una piscina de piedra que se cree que era una farmacia donde se fabricaba amoníaco con queratina procedente de las pezuñas de los animales, producto que se usaba para curar las heridas en la piel de los caminantes igual que los campesinos hacen lo propio con su orina.

Xurxo Lobato, por su parte, presentó su libro ‘365 pasos no Camiño de Santiago’, donde explora a través de las imágenes la riqueza arquitectónica, el paisaje, las relaciones humanas y la espiritualidad que ofrecen las peregrinaciones “vistas por una persona laica”. Así, el fotoperiodista dejó clara su predilección por el Camino Francés, por ser el trayecto “que se vive con más intensidad”, pese a haberlos recorrido todos. Tras destacar la evolución que estos itinerarios han sufrido desde los años de gobierno de Manuel Fraga, que los colocó como eje estratégico del turismo a Galicia, Lobato destacó su papel para “resucitar pueblos muertos, que estaban próximos al subdesarrollo”.

La intervención que cerró el acto salió de boca de uno de los asistentes, llegado desde Italia, quien no quiso pasar la oportunidad de dar un tirón de orejas a la Administración “por convertir el Camino en un parque temático”.

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