Las labores, según se explica en el pliego de condiciones, abarcan desde la limpieza de la fábrica de la torre, hasta el saneamiento y sellado de los muros. También se incluye la restauración de varias barandillas y otras piezas de cantería. Todos los trabajos están recogidos en el Plan Director de la Catedral, en el que se incluye asimismo una actuación sobre la escalera de caracol que da acceso a la parte alta de la torre, donde se ubica la campana que le da nombre, la Berenguela, y el reloj conectado a la misma. Además hay fracturas graves en algunas pilastras, en la sujeción de las esferas de los relojes y en la linterna que durante la noche ilumina el cielo compostelano y señala la tumba del Apóstol.
La Berenguela debe su nombre al arzobispo Berenguel de Landoira, que fue quien mandó levantar esta torre en el siglo XIV. La construcción fue posteriormente completada por el arquitecto Domingo de Andrade, que fue quien en 1680 le añadió el remate barroco que la corona y la iguala con las dos de la fachada principal. La campana Berenguela original, que ahora puede contemplarse en el claustro de la Basílica, fue sustituida durante la pasada década por una nueva afinada igual.
Por lo que se refiere al reloj, el primero se colocó en el siglo XVI, pero el reloj actual data de comienzos del siglo XIX, concretamente de 1830, cuando lo instaló el prestigioso relojero ferrolano Andrés Antelo, conectándolo a la campana, para que diese las horas.