La vendimia en las zonas productoras de Galicia está a punto de comenzar: una de las épocas más complicadas para los trabajadores y empresarios del sector enológico, pero también de los más vistosos. Se acerca el final de uno de los veranos más calurosos en Galicia, y esta situación atípica también afectará a los vinos que se produzcan en 2010. Para conocer la vendimia gallega, recomendamos el proceso de selección que viven los caldos producidos bajo la denominación de origen Ribeira Sacra.
Esta zona, repartida entre las provincias de Lugo y Ourense, produce unos vinos que ya cuentan con prestigio internacional (revista Parker) que reconocen la calidad y la singularidad la zona. Y no es para menos. Recoger toneladas de uvas en bancales ubicados en paredes casi verticales, con viñas que apenas alcanzan el grosor de un alambre, sólo se hace en contadas regiones vinícolas del mundo, y Ribeira Sacra es una de ellas.
Ya que la recogida comenzará casi con seguridad a partir del día 6 de septiembre, proponemos tomarse un par de días –ya sea de fin de semana o como un plan de aquellos que se hayan cogido vacaciones en septiembre—para conocer una comarca, un modo de vida y un vino.
La mejor manera de entender el buen momento por el que atraviesan los productores de blanco –ribeiro y godello– y tinto –mencía y el especial merenzao, que comienza a recuperarse—es acercarse a las bodegas que, diseminadas entre las fincas próximas al Sil, producen estos caldos.
Aunque con un recorrido en coche puede parecer que la cantidad de bodegas es enorme, no todas ofrecen visitas al público, ya que se trata de pequeñas explotaciones.recomendamos dos bodegas para entender la relación entre los habitantes de Ribeira Sacra y los vinos: Adega A Coroa, en A Rúa (margen ourensana, D.O. Valdeorras) y Adega Algueira, en Doade-Sóber, en el lado lucense.
Estas localidades están situadas a unas dos horas de los centros urbanos de la franja atlántica, así que para aprovechar las jornadas, conviene iniciar las visitas con tiempo.
La Adega A Coroa representa el espíritu de los nuevos productores y de los tiempos que corren: la modernidad para ellos está en recuperar espacios y formas de tratar las uvas. Esta bodega, fundada en 2002, produce anualmente 65.000 botellas de godello, de las que la mayoría se comercializan en España, aunque se encuentran ampliando sus exportaciones. El blanco a Coroa ya se conoce en países de Europa, Asia y América.
Las instalaciones e levantan sobre una antigua bodega del siglo XIX. Los fundadores de A Corora tenían claro que para reivindicar lo especial de su tarea había que vestir su negocio con las ropas de los que estuvieron antes: bajo las nuevas oficinas y salones –construídas con los materiales de la zona—todavía se encuentra la gruta en la que había que producir antiguamente, para aprovechar el frío del subsuelo. Aún hoy es posible visitar esta cripta, en la que la destreza de los bodegueros y su relación natural con el entorno propiciaron un espacio duradero que se superó hace no mucho tiempo.
Según nos cuenta Marta Sertaje, directora de exportaciones, la forma de hacer vinos de A Coroa lo acercan a la producción ecológica, y la apuesta por los vinos de calidad y porque los consumidores puedan acceder a caldos cuyo control de producción es riguroso es uno de los objetivos de la bodega.
El godello producido en A Coroa en 2009 es amarillo pálido con destellos dorados, fresco y liberado de las maderas, lo que permite paladear los sabores frutales. En la boca se comporta con suavidad y con cuerpo.
Es posible reservar visitas en el 988 310 648 o en www.acoroa.com
La pasión de las paredes
Después de abandonar A Rúa en dirección Monforte de Lemos, nos adentramos en la extensa provincia de Lugo. Los productores de la provincia adscritos a la denominación de origen Ribeira Sacra han señalizado cada una de las bodegas productoras, así que es posible perderse un poco. Una de las mejores para conocer el misterio de las paredes del vino es Adega Algueira.
Propiedad de Fernando González y Ana Pérez, se trata de una de las bodegas más antiguas de la zona. Comenzaron su trabajo en la década de los ochenta, y hubo que enfrentarse a uno de las desgracias endémicas de Galicia: la emigración. “Después de que la generación de nuestros abuelos emigrase a América, la de nuestros padres a Europa y la nuestra le tocase ir a otras zonas de España, la Ribeira Sacra estaba abandonada. Los bancales habían desaparecido de laderas, tragados por el bosque” explica Fernando.
Así se inició un doble trabajo: recuperar el espacio de las viñas y producir un vino hecho con uvas especiales que hasta ahora no habían podido servir debido a las condiciones de conservación. “El vino de Galicia tenía fama de amargo antiguamente, pero era por las condiciones de conservación. Ahora podemos utilizar las uvas de mencía y recuperar otras. Incluso podemos permitir arriesgar porque este oficio se trata de eso: arriesgar y dar siempre lo mejor”.
Y tanto. En Adega Algueira se produce una progresiva eliminación del factor mecánico tanto en la recogida como en la producción. Todavía se pisa la uva, lo que hace que el vino guarde matices muy difíciles de conservar en un proceso mecánico. Incluso se ha recuperado una variedad de uva, el merenzao, que estaba casi extinguida. El sabor de este tinto es dulce, frutal, equilibrado y protagonista frente a un uso excesivo de las maderas.
Llegados a este punto, quizás se haya abierto el apetito. La adega Algueira cuenta con un restaurante en la parte superior. La carta se nutre de los productos de la zona y el precio medio oscila entre los 30 y 35 euros. Evidentemente, la carta de vinos se compone de los caldos de la casa. Una propuesta para comer es un entrante de pimientos rellenos y un segundo fuerte: el entrecot de buey. Y flan de café de postre. Para beber, el mencía joven de la casa.
Adega Algueira
Doade s/n · 27460
Teléfonos: 982152238 | 629208917 | 982410299
Fax: 982410299
E-mail: info@adegaalgueira.com