En esta procesión, los fieles acuden en silencio a la procesión de la imagen de Jesús maltratado. Existe la tradición de ofrecerse al santo cuando una persona pasa por un trance difícil (accidentes, enfermedades, etc ) Si la causa de la promesa es de vida o muerte, y el fiel se salva, debe acudir a la procesión dentro del ataúd que debía haber utilizado, y es llevado a hombros por familiares y amigos. Por este motivo también se conoce a esta procesión como la “Procesión das Mortallas”
Si se ruega por la sanación de alguna parte del cuerpo afligida, debe completarse la procesión con un exvoto de cera que represente aquella parte del cuerpo sanada.