Una de las curiosidades para el visitantes es comprobar “in situ” una de las tradiciones más antiguas de Galicia: el culto a las piedras. En los alrededores del santuario de A barca hay tres moles de granito a las que la tradición confiere propiedades curativas. Esta costumbre es una muestra de la permanencia de una práctica pagana litolátrica que fue asimilada por el cristianismo. Se trata de “a pedra de abalar, a pedra dos cadrís e a pedra dos namorados”.
“A Pedra dos Cadrís” (piedra de los riñones) es de visita indispensable para todos aquellos que padezcan problemas reumáticos, para lo cual han de pasar por debajo de ella nueve veces. Según la leyenda, se trataría de la vela de la barca en la que se apareció la Virgen.
“A Pedra de Abalar” (piedra de balancear) produce al moverse un sonido misterioso. La tradición popular le atribuye multitud de poderes. El sonido sólo se produce en caso de inocencia ante una acusación, virginidad o infidelidad. También se cuenta que la piedra emite su sonido por sí sola como aviso de un naufragio o alguna otra desgracia.
“A Pedra dos Namorados” (piedra de los enamorados): tiene forma de asiento con un gran respaldo en el cual las parejas se prometen amor y fidelidad.
Además de la procesión del domingo, durante todo el fin de semana la fiesta estará amenizada por varias orquestas que actuarán en la “sesión vermú” y durante la noche. El día más largo es el sábado, cuando la verbena se prolonga hasta el amanecer.