La Romería de los Milagros en Amil (Moraña, Pontevedra) terminará su festejo este próximo fin de semana, los días 18 y 19 de septiembre. Es una de las romerías más importantes de Galicia, cuya celebración se remonta al siglo XVIII.
Miles de devotos acuden a la capilla en honor a la virgen, para cumplir su promesa hecha a la virgen o simplemente para disfrutar de la fiesta. El origen de esta romería data del último cuarto del siglo XVIII, cuando el labrador y arriero Sebastián de Castro consiguió encontrar agua cerca de su casa después de implorar a la virgen ayuda. Según cuenta la leyenda los Milagros le concedió este deseo, por lo que el arriero mandó que construyeran una imagen de la virgen en piedra que data de 1778. Así empezó la peregrinación de miles de personas para pedirle milagros a la santa.
Uno de los principales actos de esta romería es la procesión alrededor de la capilla entre todos los devotos que le imploran y le ofrecen ritos, como agradecimiento de los favores concedidos. Pero junto a estas muestras de gran devoción religiosa también acuden personas simplemente para disfrutar de la fiesta, de sus variedades gastronómicas y de su música. Todo esto se desenvuelve en la Carballeira que está al lado de la capilla.
Programación
– Sábado, 18 de septiembre. Comienza el día con la celebración de las misas en honor a la Guadalupe. Por la noche tendrá lugar una gran verbena amenizada por diferentes orquestas.
– Domingo, 19 de septiembre. Habrá misas cada hora desde las 8.00 horas y por la tarde se llevarán a cabo las tradicionales pujas de las ofrendas en especie, y misas cada hora desde las 18.00 horas hasta las 20.00 horas. El toque musical de este día estará a cargo de la Banda de Música Nova Lira de Moraña.
Para visitar
Moraña ofrece a todos los visitantes la posibilidad de alojarse en sus casas de turismo rural y una serie de bares y restaurantes distribuidos por el ayuntamiento para disfrutar de los buenos productos de la zona. Legendarias carballeiras esparcidas por todo el municipio, molinos y miradores componen la oferta paisajística de esta localidad que permiten gozar de un día tranquilo y apacible al aire libre. Con la romanización también llegó la cristianización de estas tierras y de los pueblos que los habitaban, y fruto de eso fue la proliferación de templos, capillas y ermitas, construcciones civiles, como pazos y caseríos, testigos de la residencia de familias nobles que tenían grandes propiedades en la zona.
