Esta es la oleada de marea roja más intensa que se ha vivido desde 2007 y esta causando importantes pérdidas económicas a los bateeiros al mantener cerrados 45 de los 49 polígonos de bateas, manteniendo la comercialización de los mejillones al 10% de su capacidad.
Esta situación se complicó aún más esta semana a raíz de que las autoridades francesas destruyesen el viernes una partida de mejillón gallego que entró en su mercado afectada por la toxina diarreica. La Consellería do Mar, que abrió una investigación sobre las circunstancias que rodearon estos hechos, mantiene en cuarentena este episodio hasta su total esclarecimiento e insiste en que la calidad del mejillón procedente de las rías gallegas está más que contrastada.
Las consecuencias de este fenómeno también están afectando a las fiestas gastronómicas típicas de Galicia. En este caso la tradicional Festa do Mexilón de Chapela, en Redondela, ha sido aplazada al domingo 3 de octubre. Esta es una de las citas gastronómicas más concurridas de la comarca, cuyos organizadores no han tenido más remedio que posponer por segunda vez su celebración. En esta fiesta se reparten cada año más de 5.000 kilos de este popular molusco donados por los bateeiros de la zona.
El Instituto Teconolóxico para o Control do Medio Mariño de Galicia (Intecmar), que realiza estudios diarios de las zonas de producción para determinar la situación de la marea roja, mantenía ayer el cierre, aunque no se descarta la próxima apertura de algún polígono con el descenso de las temperaturas de los últimos días, que han ayudado a mejorar la situación.
Las zonas más sensibles a las mareas rojas son toda la ría de Pontevedra, la parte externa de la de Vigo, Meloxo (en la de Arousa) y la parte externa de la ría de Muros. Cuanto más al sur, antes reciben los vientos del suroeste que propicia el fenómeno vinculado a las mareas rojas.
Mareas Rojas
Este fitoplancton marino puede producir biotoxinas, que serán ingeridas por los depredadores del plancton, entre ellos los moluscos bivalvos, que en su proceso de alimentación por filtración, absorben las biotoxinas y las acumulan en sus tejidos. El consumo de estos moluscos que contienen biotoxinas en sus tejidos puede causar procesos patológicos llamados biointoxicaciones.