Uno de los aspectos más deficientes de la celebración del Año Santo es la cuestión de los accesos a la Catedral. Por motivos de seguridad se limitó el aforo del templo a dos mil personas que solo podían penetrar al recinto a través de la entrada de la Praza de Praterías o bien por la Porta Santa de la Praza da Quintana. Si usted es un visitante “regular” que ha alcanzado Santiago en coche, autobús, tren o avión y quiere visitar la Catedral, deberá acceder por la entrada de Platerías.
Para facilitar el acceso, los peregrinos pueden entrar por la puerta norte, conocida como la Praza da Acibechería presentando la credencial sellada de peregrino. Los grupos organizados que vayan a tener algún tipo de participación en la eucaristía también pueden acceder por esta puerta. La participación –ofrenda, leer alguna petición, etc—se realiza a través de la oficina del peregrino, que se encarga de gestionar la hora a la que puede pasar el grupo.