José Antonio Liñares, presidente de los hosteleros compostelanos, compareció esta mañana en rueda de prensa para valorar el impacto de la visita papal en el gremio de la ciudad. “Estamos sorprendidos por cómo se recogieron nuestras impresiones. Está claro que no se cubrieron las expectativas. No es una queja, solo constatamos los hechos”.apuntó Liñares.
Sin embargo, los hosteleros se mostraron satisfechos con los resultados de la visita del santo Padre ya que “ha sido extraordinario desde el punto de vista de la promoción”.
Los datos que aportó la asociación revelan que la ocupación durante el fin de semana de la visita papal fueron mediocres: apenas un 60% de las plazas hoteleras compostelanas estuvieron cubiertas durante del 5 al 6 de noviembre, y lo estuvieron de forma desigual; mientras algunos hostales y hoteles estuvieron llenos, en muchos otros apenas sí había huéspedes.
La asociación valora positivamente el impacto que tendrá la visita a medio y largo plazo “en mercados emergentes como Brasil y en países de mayoría católica”.
Por otra parte, los hosteleros hicieron autocrítica a la hora de valorar el fracaso en cuanto a la ocupación. Si bien la Iglesia cumplió su parte a la hora de movilizar y hacer un llamamiento a sus fieles, el panorama de los alojamientos hizo desistir a muchos a la hora de acercarse a Compostela- “Las previsiones de los organizadores han generado una burbuja de expectativas a la que también nosotros contribuimos. Generamos una imagen distorsionada de la realidad”.
Desde la asociación señalaron a mayoristas, turoperadores y medios de comunicación como principales responsables del “bluff”, pero sin especificar quiénes habían sido los responsables directos, aunque reconocieron que se habían excedido hinchando los precios y acaparando plazas hoteleras esperando un aluvión de gente que no se produjo.
Por último, atribuyeron que la ciudad presentase un aspecto cercano a la desolación a dos factores: en primer lugar, se vendió una imagen de Santiago colapsado y tomado por las fuerzas de seguridad; en segundo lugar, esta previsión hizo desistir al turista de fin de semana de Santiago.