Representantes de asociaciones culturales relacionadas con el Camino Norte a Santiago, procedentes del Euskadi, Cantabria, Asturias y Galicia se reunieron en Lugo para impulsar el reconocimiento de la vía septentrional a Compostela como Patrimonio de la Humanidad en 2012.
Según recogen rotativos locales, Laureano García, presidente de la Agrupación Camiño Norte, lamentó «las lagunas» que se registran en la vía según las comunidades autónomas. En este sentido, explicó que en su entrada en España desde Francia, en Euskadi, todavía se está empezando ahora a promocionar el Camino.
El Camino del Norte es una de las rutas a Compostela más olvidadas. Durante las primeras centurias del fenómeno xacobeo fue de las más transitadas, ya que recorría territorios bajo dominio de señores cristianos, pero a medida que las marcas descendían hascia el sur, la vía que adquirió más importancia fue la que atravesaba el actual territorio castellano-leonés. Hubo muchas razones para este desplazamiento: la accesibilidad de los caminos, las dificultades para atravesar zonas boscosas o montañosas plagadas de salteadores y el paulatino establecimiento de órdenes monacales en las zonas conquistadas a los musulmanes y que servían de puntos seguros para los peregrinos.
Esta decadencia prosiguió en los años siguientes, y cuando el culto jacobeo perdió relevancia, el Camino del Norte casi cayó en el olvido. Este comienzo de contactos podría suponer un auge desconocido en el fenómeno de la peregrinación en las comunidades cantábricas.