Las visitas a los camposantos experimentan una mayor popularidad con el paso de loos años. Definidos como el “último jardín sagrado de Occidente” sirven también para conocer modos artísticos y culturales de cada ´época y son el testigo de cómo cambian las mentalidades en las ciudades, porque tanto ayer como hoy, se muere como se vive.
El Cementerio municipal de Lugo, denominado Cementerio de San Froilán, fue inaugurado en 1948. La obra, dirigida por Ruperto Sánchez, se hizo siguiendo las líneas generales del proyecto de Eloy Maquieira, uno de los principales representantes de la arquitectura racionalista en Galicia. Posteriormente fueron trasladados aquí algunos de los panteones y monumentos funerarios procedentes del antiguo, que data de 1858.
En estos panteones, domina el estilo historicista que impusiera en Lugo el arquitecto Nemesio Cobreros. Es también muy notable la cruz dedicada a los soldados de las guerras de Cuba y Filipinas. En los últimos años se realizaron importantes obras, entre las que destaca el “Xardín das Lembranzas”.
Miles de muertos yacen en este cementerio, entre ellos personajes ilustres que forman parte de la memoria de la ciudad.
Xoán Montes, uno de los grandes músicos gallegos del siglo XIX
Gustavo Freire, autor de “Festa na Tolda” y de la zarzuela “Non chores, Sabeliña”.
Alfredo Vila, importante arquitecto lucense.
Xosé López Guntín, excelente pintor.
Luis Pimentel, el gran poeta de Lugo.
Ánxel Fole , el extraordinario narrador.
Celestino Fernández de la Vega, filósofo, traductor.
Uxío Novoneyra, el gran poeta de O Courel