Según ha explicado la coordinadora del plan y gerente de la MAIV, Erika Jaráiz, tras la realización de un estudio sobre los servicios y oferta turística, así como la demanda en esta zona, se ha concluido que el plan tiene dos factores estratégicos. Por un lado, la apuesta decidida por la explotación de los recursos naturales y, por otro, el fomento de las TIC aplicadas a este campo.
Las principales líneas del Plan son la mejora de productos, buscando la diferenciación y complementariedad, impulsando la desestacionalización y la especialización; la gestión del destino turístico, con acciones de cooperación entre agentes públicos y privados, modernización de estructuras y aplicación de las tecnologías; y mercadotecnia, para explorar nuevas fórmulas de comercialización, mejorar la eficacia promocional, o establecer destinos y marcas propias.
Según el análisis DAFO (debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades), entre los aspectos a mejorar en el turismo de la mancomunidad destacan la dependencia del turismo nacional, la acusada estacionalidad, la escasa presencia de líneas de bajo coste, la insuficiencia en la oferta de senderismo, la información turística deficiente y descoordinada, o el elevado grado de atomización en los sectores hotelero y hostelero.
Por otra parte, la mancomunidad tiene también fortalezas, como la innovación en la oferta gastronómica, la visión supramunicipal en la gestión turística, la capacidad de inversión del sector público, la oferta hotelera amplia, el incremento en el número de plazas de turismo rural, o la equidistancia entre los aeropuertos.
Propuestas de actuación
Tras el análisis de esos datos, en el Plan Estratégico se proponen algunas actuaciones como la creación de una comisión que diseñe una estrategia de sostenibilidad ambiental en el uso y disfrute de las playas; mejora de la señalización; diseño de un Plan Integral de Náutica con colaboración de Ayuntamientos, Xunta y asociaciones profesionales; o lanzamiento de campañas de promoción.
También se plantea impulsar actividades específicas para personas con movilidad reducida; diseñar rutas específicas –gastronómicas, de turismo industrial, del marisqueo o pesca, entre otras–; creación de paquetes turísticos con varias actividades y visitas; creación de una central de reservas; o cursos de idiomas para trabajadores y empresarios del sector turístico.