Estas medidas se han tomado debido a una posible contaminación nuclear a raíz de una nueva explosión que ha sacudido el reactor número dos de la central nuclear de Tokio, ubicada al noroeste del país. Otros países asiáticos como Malasia y Corea del Sur comienzan a aplicar controles más severos respecto a los pasajeros procedentes de Japón ante un potencial riesgo de contaminación radiológica.
Además del desvío de vuelos de algunas compañías, otras como Air China o Taiwan Airways recortarán los vuelos a Tokio hasta finales de este mes. Otras como Air France KLM han decidió limitar la presencia de su personal en la capital japonesa, trasladando a los trabajadores de Tokio a Osaka.
British Airways, Virgin Atlantic y Finnair aún mantienen sus vuelos a los dos aeropuertos de la capital japonesa, Narita y Haneda. También las estadounidenses Delta y American Airlines mantienen sus operaciones en Japón.