Vizcaya lidera el movimiento “Slow Food”

Slow Food España es una asociación ecogastronómica sin ánimo de lucro financiada por sus miembros. En la actualidad, Bizkaia es el territorio de todo el Estado, donde más socios, cocineros y productores hay, casi 300.

El movimiento cuenta con más de 100.000 miembros en todo el mundo, fomenta una nueva lógica de producción alimentaria, desarrolla programas de educación alimentaria y actúa a favor de la biodiversidad. Fue fundado en 1986 en Italia para contrarrestar la ‘fast food’ y la ‘fast life’, impedir la desaparición de las tradiciones gastronómicas locales y combatir la falta de interés general por la nutrición, los orígenes, sabores y consecuencias de cada elección alimentaria.

El Slow Food Bilbao-Bizkaia entabla la defensa de productos autóctonos estacionales en peligro de extinción. Los chefs de Bilbao y Bizkaia se han sumado al impulso de esta corriente con la creación de Golfo de Bizkaia, un radio de acción de los alimentos slow que recorre desde Asturias hasta Aquitania.

Nace con el principal objetivo implantar el alimento bueno, limpio y justo en diferentes ámbitos y con la idea de concienciar a los más jóvenes de toda la filosofía Slow, el campo de la nutrición y la salud. También se está intentado la creación de un área de acción, Golfo de Bizkaia, que abarque desde Asturias hasta Aquitania, con alimentos Slow Food.

El restaurante Pablo Urzay: premio “Kilómetro 0”

El pasado viernes 11 de marzo, el movimiento Slow Food Bizkaia, en colaboración con el Ayuntamiento de Bilbao, entregó al restaurante getxotarra Pablo Urzay el distintivo ‘Kilómetro cero’. Con este premio se quiere reconocer a aquellos establecimientos hosteleros comprometidos con los productos de su entorno.

Los criterios para la obtención de estos distintivos son de carácter internacional: los establecimientos hosteleros deben adquirir por lo menos a tres productores que se encuentren en menos de 100 kilómetros del restaurante y en la carta ha de incluirse cinco platos considerados ‘Kilómetro 0’.

Un plato de estas características ha de contar con un 40 por ciento de ingredientes adquiridos a los productores cercanos y el 60 por ciento restante han de ser ingredientes ecológicos o incluidos en el Arca del Gusto de Slow Food: un catálogo que incluye una serie de alimentos que se encuentran en peligro de extinción. Además, estos restaurantes premiados deben colaborar en actividades educativas dirigidas a niños y jóvenes.

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