El museo contará utensilios de cocina, recetas, publicaciones y maquinaria alimentaria de diferentes épocas cedidas por diversas instituciones y particulares para dar a conocer a los visitantes la evolución de la cocina en una tierra con tanto peso gastronómico y tradición culinaria, como es Galicia.
El monasterio de San Julián de Samos, en la provincia de Lugo, fue fundado en el siglo VI por la orden de los benedictinos. Después de asumir funciones como colegio de Teología y Filosofía, actualmente se trata de una de las paradas tradicionales del Camino de Santiago, para lo que cuenta con una popular hospedería.
En este sentido, la Academia ha solicitado la colaboración de instituciones y particulares para dotar el recinto de contenido relacionado con su temática gastronómica, señalando que las piezas cedidas no perderán su propiedad y estará perfectamente identificada su procedencia.
Paralelamente, la Academia Gallega pondrá en marcha otro proyecto de restauración de la antigua cocina del monasterio, situada en un emplazamiento exterior, denominado “el palomar”, un lugar al que fueron trasladadas las antiguas cocinas en el siglo XVI, por temor a que se produjeran incendios.
Otros planes en marcha de la Academia incluyen el estudio de la influencia de la cocina gallega en los países en los que hubo una notable corriente migratoria y viceversa. Los primeros casos que estudiarán serán los de Argentina y Uruguay.