Campo Lameiro (Pontevedra) es desde esta semana un referente internacional en la gestión integral del arte rupestre gracias al recién inaugurado Parque Arqueológico de Arte Rupestre, una infraestructura cultural de incalculable valor histórico.
El parque de Campo Lameiro es el primer paso de la Rede Galega de Patrimonio Arqueolóxico. En ella se integrarán que cuando estén finalizados el Parque do Megalitismo da Costa da Morte, el de Cultura Castrexa de San Cibrao de Las, y el Parque da Romanización de Lugo.
Más de 4.000 años de historia, un conjunto de grabados de primera orden a nivel europeo y un impresionante paisaje natural de cerca de 22 hectáreas de extensión. Es uno de los parques más grandes de Europa, ubicado entre las parroquias de Paredes y Praderrei en el concello de Campo Lameiro, abrió definitivamente sus puertas al público. A partir de este momento, se convertirá en un lugar de encuentro de miles de visitantes y de expertos en arte rupestre.
El parque busca garantizar la protección de los petroglifos, facilitar el acceso del público y exhibir la colección atendiendo a criterios científicos, didácticos y de difusión. Además, desarrollará actividades y exposiciones temporales, se configura un fondo bibliográfico y se establecerán relaciones de cooperación y colaboración con otros centros afines.
Un centro de interpretación y documentación constituye el punto de entrada en el parque. Con una superficie de 3.500 metros cuadrados y diseñado como un bloque pétreo para adaptarlo en el entorno, el edificio cuenta con dos plantas. La primera se dedica al espacio expositivo en el que se intenta explicar al visitante cómo era la vida en la Edad del Bronce, el momento de la prehistoria en la que se realizaron los petroglifos de Campo Lameiro. El segundo piso albergará las dependencias administrativas y los espacios dedicados a la investigación y documentación, el archivo, laboratorio y salas para los investigadores y para la realización de seminarios.
