La empresa gallega Élivo, una de las pioneras en España en la elaboración y comercialización de vino sin alcohol puso en marcha esta iniciativa que permitirá producir 2.000 litros de vino sin alcohol cada hora y unos 12 millones de litros al año.
España se convierte así en un referente internacional en materia de diseño y producción de vinos sin alcohol. El Grupo Élivo tiene en el mercado nueve variedades diferentes de vino desalcoholizado: ‘Zero Zero’ tinto y blanco; ‘Roble’ tinto y blanco; ‘Deluxe’ tinto y blanco; ‘Quattro’ tinto y blanco (de sólo cuatro grados de alcohol), y ‘Frexco de Verano’. Desde que comenzó el proyecto empresarial, hace solo cinco meses, la compañía ya se hizo un sitio en una cadena de distribución líder como Vegalsa-Eroski.
Los vinos de Élivo salen al mercado tras un proceso de desalcoholización que surge como resultado de someter los caldos a incrementos suaves y controlados de presión y temperatura, siempre inferior a los 36 grados centígrados, lo que permite eliminar el alcohol sin alterar las demás características del producto de origen. De esta forma según informa la empresa gallega no se pierden los beneficios cardiovasculares del vino tradicional, además de tener un 80 por ciento menos de calorías, un plus importante para la salud de los consumidores.
La diversificación de las preferencias del consumidor ha disparado el consumo de esta bebida sobre todo en época estival. Entre las personas que lo consumen podemos encontrar mujeres embarazadas, jubilados o deportistas. Otro factor importante que ha influido de manera notable en la elección de bebidas sin alcohol, además del calor y los tiempos de crisis, es la creciente presión de la DGT en materia de conducción y educación vial. Todos estos factores han disparado la demanda de este producto un 30% durante el mes de junio y los primeros días de julio.
Por el momento, la mayor parte del vino que venden se destina a los menús del día en la hostelería de la mitad de provincias estatales donde están presentes, así como en China, Japón, Suecia y Holanda. Sus precios oscilan entre el euro y medio del vino joven de mesa, los 4,5 de los crianza y los 9 de los reserva. Compite con dos empresas más en España y alguna de Alemania, pero respecto a ellas cuenta con una ventaja que le ha abierto las puertas de un mercado clave: el musulmán.