El Parador de Cáceres es un referente hotelero que está integrado por los palacios de los Marqueses de Torreorgaz y de la llamada Casa de Ovando Mogollón, Perero y Paredes, ambos del siglo XIV. Cerró sus puertas en septiembre de 2009 para llevar a cabo una necesaria reforma integral que lo adecuara a los nuevos tiempos. Las obras de rehabilitación comenzaron a ejecutarse en enero de 2010, volviendo a estar operativo el pasado mes de abril, coincidiendo con las fechas de Semana Santa.
El Parador de Cáceres ha sido inaugurado durante la jornada de ayer tras la reforma integral. Este renovado edificio se confirma así como el referente turístico y gastronómico de la comarca, tanto como centro turístico como punto de encuentro para celebraciones y eventos.
La reforma, en la que se ha invertido un presupuesto de 5,48 millones de euros, se ha centrado en la reorganización y redistribución del interior del edificio, techando dos patios ahora convertidos en la recepción y una nueva cafetería, ampliando el número de habitaciones y ganando una mejor accesibilidad y uso de energías renovables, sistemas de ahorro energético y reciclado de residuos.
El Parador se sitúa en pleno casco histórico de Cáceres y ocupa dos edificios emblemáticos: el palacio de Torreorgaz y la casa de Ovando, una de las viviendas nobiliarias que lo circundan. Su excelente ubicación lo coloca como punto de partida en un recorrido por esta histórica ciudad declarada en 1986 Patrimonio de la Humanidad.
Ahora cuenta con 39 habitaciones, seis más que antes de las obras, entre las que destacan una adaptada para personas con movilidad reducida y una suite con salón ubicada en la antigua enoteca, con arcos abovedados y vistas al jardín y la calle.
El establecimiento cuenta además con dos patios (antiguamente abiertos) que han sido cubiertos para alojar la recepción y una nueva cafetería. En cuanto a espacios exteriores, destaca en las instalaciones el patio con jardín, habilitado como una extensión del comedor ‘Torreorgaz’ y custodiado por antiguos muros de piedra, numerosos árboles centenarios y un pozo antiguo.