Este pasado fin de semana comenzó la décimo quinta edición del Festival Intercéltico, que se celebrará hasta el domingo 31 de julio. Este festival pretende, desde su nacimiento de mano de la Asociación Cultural Esbardu en 1999, reunir a grupos de danza y música tradicional de todos los países con raíces celtas, emulando al Festival Intercéltico de Lorient (en Francia).
La cita, declarada Fiesta de Interés Turistico Regional en el año 2008, está dedicada a la música celta del arco atlántico. En este 2011 el Festival Intercélticu cuenta con casi 100 actividades programadas. El epicentro de las actividades estará en la plaza del Carbayedo que será la capital de la fiesta hasta el 31 de julio.
Este es uno de los eventos más importantes del verano de Avilés en donde participan grupos musicales que proceden de varios países como Canadá, Irlanda, Escocia, Bretaña y grupos de Asturias y Galicia. Entre las actividades de ocio más importantes destacan la muestra de folclore tradicional de los países celtas, el mercado celta, los deportes tradicionales, pasacalles y los espectáculos de animación infantil para los más pequeños.
Actuaciones en directo en las Noches Folk en la Plaza del Carbayedo:
–Folk on Crest, jueves 29 de Julio, a las 00.00 horas
–Fernando Mosquera, 29 y 30 de Julio, a las 23.00 horas
–Mosquera Celtic Band, 30 de Julio, a las 22.30 horas
–Xtramonio, 30 de julio, a las 22.30 horas
El grupo local Tequexetéldere será, en esta ocasión, el retrato de la cultura gallega. Compite con Irlanda, Bretaña, Canadá y la propia Asturias.
Irlanda, protagonista de esta edición
El programa de actividades cuenta con una larga lista variada y de gran calidad, muchas de las cuales giran en torno al país protagonista de este año Irlanda.
La música y cultura irlandesa serán las inspiradoras del Festival, donde además se realizó el pasado domingo un homenaje al último Premio Nobel irlandés Seamus Heaney. La obra de este poeta está anclada en los contextos físicos y rurales de su infancia. A medida que se desarrolla su obra, esos escenarios se convierten en el foco de una búsqueda arqueológica de los mitos e historias que han contribuido a configurar la violenta situación política de Irlanda del Norte.
En 1995 consigue el premio Nobel de Literatura. Su relación con Asturias se reafirmó en el 2005 cuando dio su apoyo público a la oficialidad de la lengua asturiana.
