La Diputación de Cáceres estudia celebrar su festival gastronómico cada dos años y ampliar las actividades a los municipios de la provincia. El principal objetivo de esta convocatoria se centra en la promoción de la gastronomía regional mediante la invitación a un determinado número de restaurantes que ofrecen a los invitados una degustación de platos en un hotel de alta categoría.
El certamen, que tiene lugar en noviembre y cuenta con el apoyo del colectivo de cocineros, alcanzó el año pasado las 21 ediciones y lleva realizándose fuera de la región las siete últimas, en destinos nacionales e internacionales como Madrid, Barcelona, Lisboa, San Sebastián, Oporto, A Coruña y Sevilla.
Entre los planes que se barajan figura la posibilidad de que el certamen pase a celebrarse bianualmente y no cada año como hasta ahora. Esto se decidirá en las próximas semanas.
El certamen gastronómico cuesta a la diputación entre 30.000 y 40.000 euros, cantidad que podría verse reducida si finalmente se opta por la fórmula bianual o si se decide, con el mismo presupuesto, realizar más actividades en municipios.
El festival gastronómico de la diputación se ha convertido en uno de los mejores escaparates en el exterior para los profesionales de la cocina regional. Cada establecimiento invitado, que se reparten entre los de la capital cacereña y otros municipales, prepara una selección de platos que, hasta el año pasado, se servían a modo de bufé. En Oporto, donde se celebró la edición del 2010 en el hotel Sheraton, se optó por primera vez por servir un menú.
La institución provincial decidió cambiar de sede el festival, que tenía a Cáceres como lugar fijo de celebración, para darle mayor proyección y lograr incrementar las estadísticas del turismo en la provincia. De hecho, el anterior equipo de gobierno socialista solía incluir en el protocolo de invitados a touroperadores y agencias de viaje para que comprobaran en primera persona los sabores de la cocina que realizan los restaurantes radicados en la provincia.