Argentina, que acoge la mayor colectividad judía de Latinoamérica, ha visto nacer el primer club de vinos kosher del mundo, una iniciativa que busca captar a amantes del buen beber apegados a sus preceptos religiosos.
El proyecto está impulsado por una empresa de capitales nacionales, con vinos certificados por el Rabino Daniel Oppenheimer (Ajdut) y elaborados en Mendoza, en lo que se constituye como el primer emprendimiento de estas características en todo el mundo.
El Kosher Wine Club (KWC) otorga a sus socios la posibilidad de acceder cada dos meses a vinos exclusivos, que no se comercializan por otras vías, elaborados bajo supervisión rabínica.
Los vinos elaborados por el Kosher Wine Club, no se diferencian en cuanto técnica, elaboración o variedad de los vinos que se encuentran en el mercado convencional; sólo representan la garantía de un modo de hacer, bajo una supervisión rabínica, según explican los responsables del proyecto.
Kosher significa “apto” en idioma hebreo. Y en algunos casos el consumo de esos productos se debe a convicciones religiosas, pero en otros se adopta esta práctica por la tranquilidad que implica una certificación constante, tanto de los procesos productivos como de la calidad de los insumos.
El valor de este tipo de vinos es de unos 65 pesos (unos 15,5 dólares) por botella, un poco más caro que el promedio debido al valor añadido de la certificación rabínica.
El club se ha trazado como objetivo alcanzar para finales de año los 500 socios en Argentina, mientras planea lanzar franquicias en otros países y explora la posibilidad de exportar sus vinos.
Los vinos del Kosher Wine Club son elaborados por la enóloga Andrea Di Silvestre, winemaker del Kosher Wine Club, bajo la supervisión permanente del Rabino Daniel Oppenheimer y su equipo.