Ya se han llevado a cabo algunas reconstrucciones como la señalización de forma homogénea de todo el trazado, la promoción del sellado de las credenciales y las mejoras de los servicios asistenciales. Desde el grupo también se hizo especial hincapié en que apuestan por crear aplicaciones tecnológicas que ayuden al peregrino del siglo XXI en su ruta.
El GDR intenta convertir este trayecto en un recurso turístico y cultural. El Camino Vivo es parte del proyecto Camino Mozárabe de Santiago con el que se persigue que esta ruta, que es elegida por miles de peregrinos como senda para llegar a la tumba del apóstol Santiago, sea revitalizada y puesta en valor desde aquellos territorios por los que discurre. Es por ello que se está trabajando con los alojamientos, puntos de restauración y oficinas de turismo para mejorar los servicios ofrecidos al peregrino del siglo XXI.
El Grupo de Desarrollo también enfatizó la colaboración que existe del organismo con los establecimientos de restauración, alojamientos y oficinas de turismo. Adroches espera que el peregrino “tenga la oportunidad y se interese por la belleza paisajística, monumental, humana y gastronómica alternativo al recorrido francés para llegar a Santiago y que anualmente es elegido por alrededor de 4.000 personas”, señaló el colectivo.
La puesta en valor de este recorrido por las distintas comarcas será acicate para que el peregrino conozca y pueda disfrutar de la belleza natural, paisajística, monumental, humana y gastronómica de este recorrido alternativo al tradicional camino francés para llegar a la tumba del apóstol Santiago y que anualmente es elegido por unos 4.000 peregrinos.
Este fin de semana, más de 60 peregrinos procedentes de varios municipios de la comarca pedrocheña hicieron el trayecto desde Hinojosa del Duque hasta la ermita de Nuestra Señora de Gracia de Alcantarilla, que se encuentra en el término municipal de Belalcázar.
Los 22 kilómetros de distancia de esta ruta de senderismo por el Camino Mozárabe de Santiago se recorrieron en unas 5 horas, en las que se pudo hacer una parada para degustar un bocadillo del productos más característico del territorio, el jamón, para completar el recorrido en la ermita de Ntra. Sra. de Gracia de Alcantarilla donde los peregrinos pudieron sellar sus credenciales y completar la ruta con una visita y explicación guiada en la ermita. A todos los participantes en esta ruta se les obsequió con un impermeable anticipándose a las probabilidades de lluvia.