“Druide”, el vodka de los celtas

Una compañía jerezana incorpora el vodka a su portafolio con un producto premium de desarrollo propio. El grupo jerezano González Byass sigue ampliando su catálogo de bebidas espirituosas de importación y lo hace ahora con este vodka de desarrollo propio, ‘Druide’, inspirado en el mundo celta.

Esta bebida está elaborado en Inglaterra e inspirado en el antiguo mundo Celta, destilado de los mejores granos y agua de manantial pura de mineralización suave. Es cristalino y de aroma suave, de sabor especiado y muy sedoso, duradero y ligeramente dulce. Perfecto para beber sólo o en cóctel de calidad.

La consultora fundada por Luis Manzano tras abandonar Landor, fue seleccionada por González Byass para crear una marca en el segmento del vodka ultrapremium, actualmente en crecimiento y liderado por la marca francesa Grey Goose. González Byass actualmente distribuye la primera ginebra azul del Mercado, la exitosa y muy exclusiva “London Nº1”.

Este es el primer trabajo de creación de marca desde cero que se hace público desde la fundación de Soulman Insightful Thinking, aunque Manzano reconoce estar desarrollando la marca de la empresa conjunta de MasterCard y Telefónica creada para desarrollar los medios de pago a través de teléfono móvil y otras marcas en el sector del ocio digital.

Es de destacar la utilización intencionada de un nombre en francés y un brandline en inglés, lo que dota al producto de un marcado carácter internacional. El trabajo de desarrollo de marca se ha realizado antes de que el producto estuviese completamente desarrollado.

“Landor no nos permitió realizar en 2010 el proyecto por el trabajo que se estaba desarrollando entonces para Smirnoff en Shanghai. Este tipo de conflictos eran muy difíciles de gestionar por nosotros en la red y perjudicaban a oficinas más pequeñas como la nuestra, muy competentes pero obligadas a actuar en mercados muy inmaduros en branding” ha comentado Luis Manzano. “Sin embargo el cliente confió en nuestro talento y nos encargó el trabajo tan pronto le fue posible”.

“Tras estudiar minuciosamente el mercado, observamos que los competidores de nuestro cliente basan su propuesta en atributos racionales como el proceso de elaboración y destilado, el origen geográfico del producto o sus ingredientes. Decidimos poner énfasis en las emociones y desarrollamos una idea de marca basada en el propio descubrimiento de los secretos ocultos. Una vez aprobada la idea, desarrollamos el proceso de naming que concluyó con la selección de “Druide” como nombre del nuevo producto, que reforzamos con el brandline Mystical Vodka como recordatorio de la idea de marca y para reforzar su distintividad legal” continúa comentando Luis Manzano.

“En paralelo con el proceso de diseño, estudiamos diversas opciones de botella, facilitando el proceso de producción al cliente. Finalmente nos decantamos por un estilo de envase muy diferenciado y acorde con la idea de marca. Encontrar además un tapón que permitiera una decoración apropiada y acorde con los presupuestos de fabricación ha sido un reto que hemos resuelto con éxito. También hemos dado soporte a los encargados del proceso de serigrafía de la botella”.

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