Tras estrenarse en Montreal, en el 2009 emprendió una nueva aventura presentándose en diferentes ciudades de Estados Unidos y Canadá, antes de dar el salto a otros países.
El espectáculo, de dos horas y treinta minutos de duración, empieza a introducir al público en un ambiente mágico y nostálgico a la vez con una iluminación en tonos otoñales diseñada para parecer un salón de baile de una corte del siglo XVII.
Toda la función tiene un estilo barroco y operístico que incluye pomposos disfraces y una música de composición propia cuyo principal atractivo es que es tocada en directo, y que se mueve entre el tango, el pop, el klezmer -la música tradicional de los judíos de Europa oriental- y el jazz.
Esta es la primera vez que Alegría, “una oda barroca a la energía, la gracia y el poder de la juventud”, se presenta en España. La gira comenzó ya hace unos días en Málaga.