Seis pueblos extremeños y salmantinos lideran un proyecto para rehabilitar la vía, poner un tren turístico y crear una ruta senderista. Un estudio técnico avala la iniciativa y resalta la buena conservación de la vía pese a llevar casi 27 años abandonada y sin mantenimiento.
Tras casi 30 años de abandono, el tren podría volver a circular por los raíles de la antigua vía Ruta de la Plata pronto. Seis municipios y dos asociaciones de desarrollo local lideran este proyecto para recuperar con fines turísticos algunos tramos del corredor ferroviario entre Plasencia y Salamanca.
La idea es poder poner en marcha un tren turístico que permita a los visitantes del norte de Extremadura y el sur de Castilla y León descubrir los paisajes del valle del Ambroz y la sierra de Béjar a través de esta línea férrea.
Los ayuntamientos implicados en la iniciativa son Aldeanueva del Camino, Hervás y Baños de Montemayor, en la provincia de Cáceres, y los salmantinos Puerto de Béjar, Cantagallo y Béjar. Por encima de ellos, dos organizaciones (la Asociación para el Desarrollo Integral del Valle del Ambroz y la Asociación Salmantina de Agricultura de Montaña) coordinan el proyecto, que ya cuenta con un estudio técnico de viabilidad centrado en la rehabilitación de los poco más de 25 kilómetros de vía existentes entre estos municipios.
La idea básica es aprovechar la vía, cerrada al tráfico ferroviario desde 1985, con fines turísticos a través de varias opciones. Por un lado está su uso como ruta senderista y, por otro, el transporte mediante vehículos ligeros sin motor (como vagonetas, ciclorrailes, zorrillas manuales) e incluso con un tren turístico que recorra los seis municipios. Realmente es ese el gran objetivo que se han marcado los ediles implicados, conscientes de que sería un importante reclamo para atraer visitantes a la zona.
Los promotores quieren ir paso a paso. De momento ya se ha acometido la limpieza de diversos tramos de este trazado entre Aldeanueva del Camino y Béjar. Maleza, árboles, piedras desprendidas y el agua se habían adueñado de gran parte de la vía, ocasionando desperfectos en traviesas y raíles. Por este motivo, los promotores encargaron a la Compañía General de Ferrocarriles Turísticos un estudio técnico sobre la situación de la infraestructura y la viabilidad de la idea.
El trabajo realizado por esta empresa especializada concluye que el trazado actual es apto para la circulación de vehículos ferroviarios ligeros y para trenes de poco peso que circulen a una velocidad inferior a 30 kilómetros por hora.
Las vías verdes son una iniciativa en la que participan los ministerios de Fomento y de Medio Ambiente, junto a Renfe y Adif. Se trata de un programa para acondicionar para el senderismo trazados ferroviarios en desuso o inconclusos. Para ello, entre otras actuaciones, se suprimen las vías y se adecua el recorrido para uso peatonal y de vehículos sin motor.
Esta posibilidad se ha descartado, entre otros motivos, por el interés de algunas administraciones y colectivos por recuperar en el futuro el tráfico ferroviario por el trazado entre Plasencia y Astorga. Como alternativa se plantea creación de una ruta senderista paralela a las vías y utilizar ésta para la circulación, primero, de vehículos ligeros y, más tarde, para un tren turístico. “Sería con vehículos ferroviarios históricos, como locomotoras a vapor”, precisan las fuentes consultadas.