La ría de Arousa se extiende desde Sálvora hasta el Ulla y hay de todo, hasta anémonas. Dos de las cofradías de la ría, las de A Illa de Arousa y O Grove, están dispuestas a intentar sacar rentabilidad económica de esos extraños seres con tentáculos que viven pegados a las rocas.
También llamadas “ortiguillas de mar” son todo un manjar en Andalucía y Levante. Tras el aspecto poco apetitoso y gelatinoso que presentan frescas, se esconde, según dicen los que las han probado, un auténtico manjar, cuyo sabor intenso a mar es equiparable a “morder una ola”.
Muy poco conocidas, sobre todo fuera de Andalucía, las anémonas son un recurso que abunda en las costas gallegas. Popularmente se degustan fritas rebozadas en harina, sin embargo su versatilidad permite diferentes presentaciones, bien como producto principal del plato o bien como guarnición en salsas y cremas.
En el pósito de A Illa confiaban en que su plan para capturar y vender anémonas se pudiese llevar a cabo pero de momento no va a poder ser aunque no se rinden y van a insistir todo lo que sea necesario para sacar adelante una iniciativa con la que quieren redondear los días de trabajo del colectivo de mergulladores.
Según explicaban desde la cofradía, son 34 los buceadores que, repartidos en 15 barcos, trabajan en el plan de explotación de la navaja. Cuando esa puerta se les cierra, a muchos de ellos no les queda más remedio que volver al raño, un sector sobredimensionado. Para darles alternativas, el pósito puso en marcha un plan de extracción de algas que está funcionando bastante bien: este año, una veintena de mergulladores tendrán un mes más de trabajo gracias a esta iniciativa. Por eso, la idea de un nuevo producto les daría una amplia variedad de venta para este nuevo año.
En O Grove, península en cuyas rocas crece el único percebe que se captura en el sur de la ría, también han decidido solicitar un plan experimental para la extracción de anémona. En la ría hay abundancia de un producto que, en otros puntos de España, se considera todo un manjar. Los mecos ya tienen experiencia en eso de lanzarse a la captura de animales con poca tradición gastronómica en Galicia: hace unos años se dedicaron a la extracción del erizo de mar, un marisco que, pese a los vaivenes de las capturas, el año pasado dejó en la lonja de O Grove una facturación total que rondó los 110.000 euros.