Esta es la primera declaración de BIC inmaterial de Galicia y también la primera declaración de bien de interés cultural relativa al conjunto de la obra de un autor. La decisión del Consello se toma en el año en que se celebra el 125 aniversario del nacimiento de Castelao y está motivada en que el artista de Rianxo es uno de los exponentes máximos de la cultura gallega y resulta imprescindible para conocer la historia reciente de Galicia, según explica la Xunta en su nota de prensa.
“Se trata de una de las figuras más importantes de nuestra cultura y es necesario darle la máxima protección legal”, afirmó el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, en la rueda de prensa tras el Consello de la Xunta el pasado mes. También indicó que la obra de Castelao se encuentra “bastante dispersa” en archivos, museos y colecciones de España, Europa y de América.
La declaración como BIC supone la conservación, difusión e investigación de toda esta obra, sin perjuicio del ejercicio de los derechos de propiedad intelectual por sus legítimos titulares. Además, se ordena su inscripción en el Registro de Bienes de Interés Cultural de Galicia, con la descripción de los hitos de su obra escrita y plástica.
La Dirección general de Patrimonio Cultural resolvió el 28 de junio del 2011 incoar el expediente para declarar bien protegido la obra de Castelao por su valor simbólico y su interés como vehículo de concienciación y afirmación de la identidad diferencial del pueblo gallego. Aparte de abrirse el correspondiente plazo de alegaciones a este documento, también se solicitaron informes a la Real Academia Galega de Belas Artes, el Consello da Cultura Galega, la Facultade de Historia, y la Comisión Territorial de Patrimonio Histórico de A Coruña, todos ellos favorables a la declaración como BIC.
La Xunta señaló que Castelao trabajó con empeño a favor de los derechos de los gallegos y del reconocimiento de la realidad diferencial de Galicia y de su autonomía política, además de que toda su labor como dibujante, literato, ensayista y político está marcada por el compromiso con su tierra. Entre sus escritos, destaca la primera obra de narrativa publicada Un ollo de vidrio. Memorias dun esquelete (1922); Os dous de sempre (1934) como su única novela; Os vellos non deben namorarse (1941), única obra de teatro; o el Sempre en Galiza (1944), como la obra por excelencia del nacionalismo gallego.